Los vigilantes de seguridad privada del Marcelo Nessi de Badajoz convocan una huelga indefinida
Reclaman mejoras salariales y equipos de protección individual ante el aumento de los ataques que sufren. USO denuncia que en lo que va de año ha habido más un centenar de agresiones por parte de los internos
Los vigilantes de seguridad privada que trabajan en el Centro de Cumplimiento de Medidas Judiciales Marcelo Nessi de Badajoz iniciarán una huelga indefinida el próximo 26 de junio. Así lo anunció este lunes el sindicato USO, mayoritario en el centro de internamiento de menores, después de que sus demandas ante la empresa adjudicataria del servicio, Segurex 06, y la Junta de Extremadura, de la que depende este recurso, hayan hecho ‘oídos sordos’ a las reivindicaciones de los trabajadores para que se mejoren sus condiciones salariales y los medios de protección individual, como chalecos antitrauma.
«Nos sentimos vendidos y maltratados», aseguró Ángel Egido, delegado de personal de USO en el Marcelo Nessi, para describir la situación laboral que viven los vigilantes de seguridad del Marcelo Nessi, que solo en lo que va de año han sufrido más de un centenar de agresiones por parte de los internos, lo que supone un 20% más de las que se contabilizaron en el mismo periodo del año anterior, según denunció el sindicato. Golpes, puñetazos, patadas, insultos y amenazas que hacen que muchos de los 40 profesionales (32 fijos en plantilla) acudan con «miedo» a su puesto de trabajo. Esta situación, según Egido, ha provocado la baja psicológica de 4 compañeros, mientras que otros 11 sufren incapacidad laboral transitoria (ILT) por las lesiones que les han causado los agresores.
Los vigilantes de seguridad privada perciben un plus de 35 euros por prestar sus servicios en el Marcelo Nessi, una cuantía que lleva congelada desde 2007 y reclaman que se les pague el 20% del salario en este concepto, como perciben el resto de trabajadores del centro, «incluso los pinches de cocina, que ni siquiera tienen contacto con los internos», pone como ejemplo del «agravio» el delegado de USO.
Próxima licitación Pese a las reuniones mantenidas con la empresa y las demandas planteadas a la Junta de Extremadura, no ha habido avances en las negociaciones. «Es la pescadilla que se muerde la cola: la empresa dice que en el contrato no están contemplados estos gastos y la administración que somos los trabajadores y la empresa los que debemos llegar a un acuerdo». Según USO, tras intentar, sin éxito, un consenso entre las tres partes de cara a la próxima licitación del servicio -prevista para enero de 2024-, los trabajadores se han visto abocados a convocar una huelga indefinida «hasta conseguirlo», aseguró el delegado sindical. De momento, aún desconocen los servicios mínimos que se designarán, aunque temen que la Junta de Extremadura proponga «el 100% para que no se note».
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