En el día Internacional de la mujer queremos felicitar a todas las compañeras que están desempeñando labores de seguridad privada. Nuestro sector ha sido tradicionalmente uno de los trabajos donde las mujeres teníamos un difícil acceso. En profesiones de riesgo (ejército, policía, bomberos, seguridad) es donde más tiempo hemos tardado en aterrizar, incluso hemos tenido que hacer "un sobre esfuerzo" en demostrar a la sociedad y a los clientes para los cuales prestamos servicio nuestra capacidad y aptitud para conseguir estar al nivel de sus “compañeros” de profesión, salvaguardando las condiciones físicas que, por ley natural, “hombre y mujer”, están dotados.
Lo anteriormente mencionado es una realidad, como también lo es que el camino no ha sido fácil, y seguir caminando, a veces, tampoco lo ha sido, pues existen piedras y baches en ese camino, que a diario tenemos (las mujeres) que esquivar. Hoy por hoy, nuestra presencia ha dejado de ser testimonial para acercarnos ya al 30 % de los puestos existentes. A pesar de nuestra incorporación paulatina, pero a la vez imparable, siguen siendo muchas las trabas que aún hoy nos encontramos las mujeres para desarrollar nuestro trabajo en las mismas condiciones que los hombres, tales como: zona de vestuarios, uniformidad, promoción, uso del arma, conciliación de la vida familiar y laboral, maternidad, etc; supuestos todos que están reglamentados, pero que, por desgracia, y debido a una profesión todavía intolerante y con rasgos de machismo rancio y caduco, no hacen posible su ejecución, eso sí, todos los Vigilantes de Seguridad (hombres) exigen todo eso para sus parejas trabajadoras.
También debo de reseñar la poca repercusión e incidencia que ha tenido en estos años el fomento y la promoción de compañeras competentes para ocupar puestos de mandos intermedios (inspectoras, jefas de servicios, gerentes, delegadas etc.) solamente en el escalón más bajo (jefas de equipo) se ha solido contar "un poco más" con nosotras a la hora de cubrir puestos vacantes. Debemos reivindicar a las direcciones ejecutivas de las empresas de seguridad la puesta en marcha efectiva y real de "Planes de Igualdad" que corrija los desequilibrios existentes en la actualidad entre hombres y mujeres en nuestra profesión.
Sólo me queda, agradecer desde aquí a todos ESOS COMPAÑEROS que me enseñaron, me ayudaron, me apoyaron, me animaron y lucharon conmigo por todo aquello en lo que creímos, aunque algunos, a veces, fueran criticados por hacer una defensa de mi persona, y más allá, de la incorporación efectiva a la profesión de la mujer. Afortunadamente, desde hace unos años he tenido la suerte de trabajar con algunos Vigilantes de Seguridad, cuya consideración y trato hacia mi ha sido el de un compañero más. También he tenido la oportunidad (como muchas de mis compañeras) de sufrir en primera persona un trato machista en mi trabajo diario. Animo a mis compañeras a que, si este es su caso, procedan a denunciar su situación para que sea subsanada. Sabéis que podéis contar conmigo y que lo ideal es poner en conocimiento de tus superiores cualquier incidencia de este tipo. Quedo, por lo tanto, a la disposición de cualquier compañera que tenga a bien confiar en la estructura de SPV para lo que le podamos servir.
Cristina López Carrasco, Coordinadora de Igualdad del Comité Ejecutivo Provincial de SPV Sevilla