También adquirieron acciones del Betis por 18.000 euros y las vendieron por 67.100, así como participaciones en otra empresa de seguridad.Estas operaciones las hicieron a través de una sociedad interpuesta y de un testaferro. El gerente en la sombra, Javier Cabrera, contrató a OBK para que actuara en su 40 cumpleaños.
Los antiguos dueños de Mersant Vigilancia, el matrimonio formado por Francisco Javier Cabrera Santamaría y Raquel Serrano de Mergelina, adquirieron bienes inmuebles por más de 500.000 euros a pesar de las deudas que tenía la empresa. Lo hicieron presuntamente a través de un testaferro que figuraba como titular de una sociedad interpuesta, una práctica habitual que la Policía observa en la trauma de fraude a la Seguridad Social y blanqueo de capitales destapada a raíz de la venta de Mersant a un empresario de Carmona.
"A través de esta sociedad, y en un periodo de no más de cuatro años, se llevaron a cabo operaciones de compra de bienes inmuebles por una cuantía ligeramente superior a los 500.000 euros", dice el atestado del Grupo de Blanqueo de Capitales de la UDEF, al que ha tenido acceso este periódico. Además, adquirieron acciones del Betis por unos 18.000 euros, que luego vendieron por 67.100 euros. También compraron participaciones sociales de la empresa Seguridad y Protección Thor S. L., por importe de 60.200 euros.
Con estas operaciones, los responsables de la presunta trama del fraude evidenciaban "un notable poder adquisitivo", incompatible con las retribuciones declaradas por el supuesto testaferro, que no superaron los 20.000 euros en ninguno de aquellos años. En cambio, desde 2018 hasta 2021 las empresas en las que figura como dueño obtuvieron unos ingresos de más de 17 millones de euros y unos volúmenes de entrada de dinero en sus cuentas bancarias de más de 16 millones.
El matrimonio constituyó otras cuatro sociedades (Mersant Vigilancia, Mersant Servicios Auxiliares, Veralis Asesores e Issi Faculty System), todas ellas deudoras con la Seguridad Social. La deuda de Mersant Vigilancia fue de 4,2 millones de euros en apenas dos años. La titular de esta empresa era Raquel Serrano de Mergelina, pues su marido estaba inhabilitado judicialmente para administrar empresas después de haber llevado a la quiebra a otra empresa anterior, Kappa Vigilancia. Sin embargo, la Policía apunta a Francisco Javier Cabrera Santamaría como el máximo responsable de la sociedad.
Mersant fue vendida el 2 de febrero de 2022 a un empresario de Carmona, al que la Policía considera el cabecilla de una trama de blanqueo de capitales derivados del narcotráfico. Este empresario había prestado un millón de euros al matrimonio para que reflotara la empresa. Al no lograrlo, Cabrera y Serrano vendieron la compañía a este hombre, que hizo un trasvase de activos y trabajadores a otra empresa de su propiedad, Urcon Security. Esto, para la Policía, constituye un delito de frustración de la ejecución, antiguamente conocido como alzamiento de bienes, que consiste en adquirir sociedades en crisis con deudas millonarias, cuyos activos eran transferidos a empresas vinculadas con la organización, en perjuicio de los acreedores.
Mientras tanto, los trabajadores llevaban sin cobrar sus nóminas desde diciembre de 2021. Fue precisamente una denuncia por estos impagos lo que desató la investigación policial, que culminó el pasado 20 de diciembre con las detenciones de 23 personas y el desmantelamiento de una trama de fraude a la Seguridad Social y blanqueo de capitales que contaba con un entramado de 80 sociedades y más de 35 testaferros.
Fueron detenidos los dueños de Mersant, tanto el actual como los anteriores. El matrimonio fue arrestado en Albox (Almería), después de que se hubieran marchado de Sevilla. A Cabrera se le intervino una pistola. En Carmona cayó el empresario que adquirió la empresa. En la operación fueron detenidos varios colaboradores de ambos. La Policía distingue dos organizaciones criminales, una dedicada al fraude a la Seguridad Social y otra al blanqueo de dinero. Ambas tienen puntos de conexión. Uno de ellos es la directora de una sucursal bancaria de Dos Hermanas que se encargaba presuntamente de reintroducir el dinero ilícito en el circuito legal.
El informe policial aporta fotografías de esta mujer en una fiesta de cumpleaños del gerente en la sombra de Mersant Vigilancia. Para su cuarenta cumpleaños, celebrado en mayo de 2020, Javier Cabrera contrató al grupo OBK. En esa fiesta, según aseguraron varios testigos a este periódico, estaban un inspector de la Policía Nacional en Madrid, un cargo intermedio de la Guardia Civil de Sevilla y el máximo responsable del sindicato Alternativa Sindical en la capital de España, entre otros. Las relaciones de este empresario con el policía de Madrid ya estaban apuntadas en una denuncia que investigó la Fiscalía de Sevilla en 2020. Cabrera tiene una mención honorífica de la Policía, que recibió en Madrid.
En la redada del 20 de diciembre también cayó el padre de Raquel Serrano, un ex guardia civil que era uno de los más estrechos colaboradores de Javier Cabrera en la empresa. Era apoderado en numerosas sociedades, por lo que se le considera un "testaferro muy cualificado". Otro de los detenidos es el que estaba considerado como el "chico de los recados", un hombre que ejercía de chófer del dueño de Mersant e incluso se dedicaba a pasear al perro de éste. Como adelantó ayer este periódico, otro de los arrestados es Manuel Casal, ex hermano mayor de la Bofetá, hermandad en cuya junta de gobierno también estuvo Javier Cabrera. Los investigadores consideran a este hombre como el contable de Cabrera.
El fraude a la Seguridad Social de esta trama superó los seis millones de euros, "a través de la creación de un entramado empresarial interponiendo a diferentes testaferros a fin de ocultar la identidad de los verdaderos obligados frente a la Seguridad Social". Siete sociedades vinculadas con Cabrera eran las titulares de 14 cuentas en la sucursal bancaria de Dos Hermanas cuya directora fue detenida.
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