El vigilante ha sido despedido, condenado a pagar 640 euros y tiene prohibido entrar en el centro comercial cinco meses
Las cámaras del centro comercial le graban llevándose en varias ocasiones bombones durante seis noches
No pudo resistirse a la tentación. Al menos eso demuestran las imágenes que han servido para explicar la extraña desaparición de bombones en un centro comercial de Vitoria. Desde hace días, el estableciendo advertía que debía reponer bombones que desaparecían misteriosamente.
Hasta en 6 ocasiones, los dulces mermaban en cantidad y los responsables no encontraban evidencias de robos en las cámaras de seguridad cuando el centro estaba abierto. Así que decidieron visionar si alguien aprovechaba las horas de cierre para birlar los dulces. La sorpresa es que el ladrón no era alguien que se colaba aprovechando la noche sino uno de sus propios empleados. En diferentes grabaciones, comprobaron que era vigilante nocturno el causante de este extraño misterio. El profesional aprovechaba sus rondas nocturnas en solitario para pararse en el mostrador de los bombones y meterse un buen puñado en los bolsillos.
Ya sea para endulzarse las horas de trabajo o llevárselos a casa, el caso es que llego a sustraer 2 kilos hasta que se percataron de su costumbre. Según apunta el diario vasco EL Correo, el vigilante glotón fue despedido de inmediato y la empresa le puso una denuncia por robo. Ahora, el juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria le considera culpable de un delito leve de hurto continuado y le condena a una multa de 640 euros. Es decir, al pago de 8 euros durante 80 días También, deberá pagar 70 euros al centro comercial, que es el valor de los bombones sustraídos. Además, le han prohibido la entrada al establecimiento que vigilaba los próximos cinco meses.
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