El plan de choque de la Inspección de Trabajo por un Trabajo Digno comienza a dar resultados. En agosto, el Ministerio de Trabajo envió 80.529 cartas a empresas advirtiéndoles que había detectado indicios de que estaban abusando de la contratación temporal. La campaña, el primer paso dentro de ese plan, se transformó en la conversión de 46.524 contratos temporales en indefinidos, casi un tercio de todos contratos fijos que se firmaron en agosto, según ha asegurado este martes la titular del departamento, Magdalena Valerio.
La ministra lanzó estas cifras en una conferencia organizada por Nueva Economía Forum en la que señaló que todavía es pronto para conocer las primeras evaluaciones del plan de choque, que estas llegarán en enero, según el calendario previsto. "La evolución es semestral", señaló, antes de ofrecer estas cifras favorables como aperitivo. Sobre los datos que ofreció, ha admitido que son poca cosa: "Una gota de agua en el océano de la precariedad, pero da idea del compromiso del Gobierno y de la decisión de las empresas de replantearse su política de contratación". "Trabajamos para evitar la temporalidad, la rotación de los contratos de corta duración, vigilar el tiempo parcial en fraude de ley, las horas extra no pagadas, la figura del autónomo que se usa de manera fraudulenta y para evitar la devaluación salarial", ha recordado la ministra.
Durante la hora larga que duró el acto entre conferencia y preguntas, la ministra repasó casi todos los temas de su departamento, entre ellos las pensiones. Reiteró que su intención es garantizar el poder adquisitivo de las pensiones previo acuerdo en el Pacto de Toledo y en el diálogo social. No obstante, apuntó a Podemos como una formación política que "alienta las movilizaciones" de pensionistas semana tras semana en las puertas del Congreso. No lo dijo directamente ni puso en duda la legitimidad de las movilizaciones. "Yo también participé", ha admitido en referencia a las que hubo el pasado invierno. Sin embargo, sí que señaló, ahora en el Gobierno y no en la oposición, que cree que tras el aumento del 1,6% que pactaron PP, PNV y Ciudadanos para los presupuestos los pensionistas "tienen menos motivos para la protesta".
Sobre la marcha de las negociaciones en la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo, donde se abordan los temas de pensiones y que vuelve a estar encallada, Valeria pidió que todos cedan: "Todo el mundo tiene que ceder un poquito de su posición". Y a preguntas de los periodistas, y de nuevo sin mencionarlo abiertamente, volvió a apuntar a Podemos al dudar de que una parte del grupo parlamentario esté dispuesto a acordar un texto común con el resto de partidos presentes en el Parlamento. Acerca del resto de temas del Ministerio, reiteró posiciones marcadas previamente, como la intención de cambiar la reforma laboral de forma parcial (negociación colectiva), pero descartó la derogación completa de la norma aprobada por el PP en 2012. "Contamos con los diputados de contamos", ha justificado.
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