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11 de octubre de 2018

BARCELONA: Una pelea entre menores y el vigilante del centro de menores de Salou activa a los antidisturbios

Una pelea en un centro con menores de las comisarías activa a los antidisturbios

Una pelea en el albergue Josep Maria Batista i Roca, en El Masnou (Maresme), entre varios menores no acompañados ('menas') y el vigilante de seguridad del centro, requirió el martes por la noche la presencia de los Mossos d’Esquadra, incluidos los antidisturbios ARRO de la región, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO. Desde la direcció general de Atenció a la Infància i l’Adol·lescència (DGAIA) se matiza que estos últimos no llegaron a entrar en el recinto y la sola presencia uniformada de agentes de seguridad ciudadana bastó para que los trabajadores sociales pudieran reconducir la situación.

El grave incidente comenzó con un menor, sobre las 22.00 horas. Pero al forcejeo inicial se sumaron varios chicos y esto hizo necesario el apoyo policial. El de El Masnou es un centro que, en fase de emergencia, acoge a algunos de los menores desamparados que durante el último mes pernoctaron -en algunos casos durante semanas- en diversas comisarías de los Mossos, sobre todo de Barcelona, y, en particular, del Eixample y de Ciutat Vella.

La llegada de menores se disparó durante el mes de septiembre y colapsó la capacidad de absorción de los centros de la DGAIA, que se amontonaron en las salas de espera de las comisarías, completamente abandonados por las administraciones (un presunto "maltrato" institucional que ya investiga la Fiscalía). La noche del 26 al 27 de septiembre se contabilizaron una sesentena de chicos 'viviendo' en sedes policiales de Barcelona. Al día siguiente, Generalitat y Ayuntamiento de Barcelona activaron un plan de urgencia, que incluyó una parada en los vestuarios del pabellón de la Mar Bella para ser aseados y recibir ropa limpia y atención médica. Después se distribuyeron en varios centros habilitados de emergencia. Como el de El Masnou, que atiende a 94 menores recién llegados pendientes de ser enviados a su centro definitivo de acogida. Una situación que añade complejidad a la convivencia entre chicos y educadores. 

A lo largo de este 2018, han llegado a Catalunya 2.413 menores desamparados. Durante todo el 2017 fueron 1.489. Y en el 2016, 689. La ola de 'menas' se disparó en septiembre, cuando se contabilizaron 442 chicos. Una tendencia que se ha mantenido en octubre. La DGAIA ha abierto, de emergencia, dos centros en Barcelona, tres en la corona metropolitana y uno a Girona. Prevé, además, habilitar otros dos, en Lleida y Tarragona.

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