El delegado de la Junta en la provincia de Toledo, Javier Nicolás, ha negado que se hayan producido fallos en el protocolo de seguridad contra las agresiones a sanitarios después de que un médico fuera agredido por el acompañante de un paciente en el centro de salud de Santa Olalla (Toledo).
Tras las críticas del Sindicato Médico de Castilla-La Mancha, que ayer denunció la "pasividad" del Sescam ante las agresiones a facultativos y criticó que los responsables sanitarios no adoptan "medidas eficaces" para garantizar la integridad de los profesionales, Nicolás ha respondido hoy a preguntas de los periodistas sobre este tema. Ha señalado que la Junta activa un protocolo de seguridad en casos de agresión a profesores o sanitarios y "si eso termina en un proceso judicial, lógicamente se presenta como la acusación particular", al tiempo que ha indicado que habría que preguntar al Sescam si en el caso de la agresión en Santa Olalla "ha habido algo distinto a lo que se está haciendo habitualmente".
Sobre las críticas relacionadas por posibles fallos en el protocolo, Javier Nicolás ha descartado errores y ha puntualizado que las agresiones son excepcionales en los centros sanitarios "para que tenga que haber permanentemente un guardia de seguridad". "Esto ocurrió de madrugada y quiero recordar lo que ocurrió en Camarena en una visita de un médico a un domicilio donde sufrió una agresión y, en este caso, también se activó el protocolo", ha comentado Nicolás, quien ha mostrado la preocupación del Ejecutivo castellano-manchego ante este tipo de agresiones que ha achacado a "un problema de falta de educación". El médico de guardia en el centro de salud de Santa Olalla fue agredido el pasado jueves por noche en el consultorio, mientras que en el caso de Camarena (Toledo) la agresión a un facultativo tuvo lugar en una vivienda cuando acudió a atender a un herido, el pasado mes de junio.
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