El grupo de seguridad Prosegur (MC:PSG) obtuvo un beneficio neto de 26 millones de euros entre enero y junio, un 16,3 % más que en el mismo periodo del año anterior, a pesar de la persistencia de la pandemia de coronavirus, ha informado la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En su nota, la empresa destaca que, aunque las ventas se redujeron un 7,8 % hasta 1.637 millones de euros, el dato refleja un crecimiento positivo en moneda local en Latinoamérica y en el resto del mundo; en el conjunto de mercados donde opera, el crecimiento orgánico de las ventas ha sido del 2,9 %. No obstante, Europa todavía muestra los efectos negativos de la crisis sanitaria, si bien "se empieza a observar una tendencia de recuperación", indica.
Como ya ha ocurrido en trimestres anteriores, la cifra de ingresos refleja la venta del 50 % del negocio de Alarmas en España, añade la nota. Sobre la rentabilidad de las operaciones, el resultado operacional antes de intereses, impuestos y amortizaciones (ebita) fue de 93 millones de euros, con un margen del 5,7 %. La caída de la rentabilidad obedece a los menores volúmenes como consecuencia de la pandemia, y el incremento de las inversiones en transformación digital.
Por unidades de negocio, tanto Prosegur Security como Prosegur Cash (MC:CASHP) reportan una evolución favorable en sus márgenes. Con todo ello, el resultado neto consolidado, descontando los intereses minoritarios, ha sido de 26 millones de euros, un 16,3 % más que en el primer semestre de 2020. Por lo que respecta a la posición financiera, Prosegur mantiene una buena generación de caja operativa, superior al promedio histórico del grupo, si aislamos los atípicos del ejercicio 2020.
El flujo de caja operativo ha alcanzado 91 millones de euros, y supone un ratio de conversión en caja del resultado bruto de explotación o ebitda del 61 %, tras normalizar el impacto de la norma IAS 16. Prosegur destaca también la evolución favorable del capital circulante, impulsado por la mejora en el período medio de cobro. La deuda financiera neta a cierre de junio se situó en 958 millones de euros, y ello pese a haber afrontado el pago del dividendo, el crecimiento inorgánico y la inversión en capex.El nivel de endeudamiento, normalizado con las acciones de Telefónica (MC:TEF), se sitúa en una ratio de deuda financiera neta sobre ebitda de 2,2 veces, y el coste medio de la deuda corporativa se mantiene plano frente al mismo período del ejercicio anterior, en el 1,17 %.
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