Cambiará a los vigilantes de seguridad por uno automatizado y digital y regulará también el número de visitantes en las habitaciones.
El acceso al hospital Joan XXIII para visitar pacientes dejará de ser abierto y más o menos libre de cómo parecía antes de la pandemia. Instituto Català de la Salut ha sacado a concurso público el proyecto para la mejora y el control de los accesos al centro hospitalario con el objetivo de cambiar a los vigilantes de seguridad por un nuevo sistema digital y automatizado, con el cual se tendrá un registro de las entradas y salidas no sólo de los pacientes, sino también de sus acompañantes y visitantes.
El Instituto Català de la Salut reconoce que la nueva situación de pandemia ha supuesto «un cambio de paradigma con la gestión y la atención de los usuarios y visitantes de los centros sanitarios» y que el hospital no puede ser «un punto de entrada descontrolada, donde la facilidad de accesibilidad supone un problema para la seguridad y el confort de los usuarios y profesionales.» Por este motivo, el proyecto contempla sustituir el actual control restringido que llevan a cabo los vigilantes de seguridad –«qué supone un coste económico permanente, genera mucha crispación entre los mismos vigilantes y los usuarios y dificulta la fluidez de acceso al centro, lo que acaba provocando largas colas»- por sistemas de control con turnos y códigos QR, dispositivos móviles u otras tecnologías, a fin de que usuarios y familiares puedan acceder de forma rápida, sin colas «y garantizando que la ocupación del centro hospitalario es el correcto». El diseño de este sistema de control se licita por un importe de 229.900,00 euros –IVA incluido– y el plazo de presentación ofrecidas finaliza el próximo 28 de julio.
El control de acceso en el hospital Joan XXIII se implantará en todas las instalaciones del centro, en los edificios B, C, D y A, pero el contrato se centra, de momento, en los edificios B y C. Los pacientes que quieran acceder lo podrán hacer a través de su tarjeta sanitaria. El visitantes se identificarán con códigos y el nuevo sistema permitirá la eliminación del acceso de los acompañantes cuando el hospital lo requiera. También se regulará el aforo en las habitaciones de los pacientes ingresados. Según recogen las bases del concurso público para diseñar el nuevo sistema, aunque el código de acompañante esté compartido entre diversos familiares o conocidos de un paciente, si hay uno dentro, los turnos no darán acceso hasta que salga el primero del hospital.
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