Así sucedió el viernes por la noche en el Festival Cruïlla, en el Parc del Fòrum, donde un ladrón fue cazado in fraganti mientras sustraía el teléfono móvil a un asistente, tras acumular un botín de 15 aparatos, algunos de alta gama.
Un vigilante de seguridad inmovilizó y retuvo al presunto delincuente hasta que fue detenido por los Mossos d'Esquadra, quienes recuperaron las unidades robadas por este individuo mientras sus propietarios disfrutaban de las actuaciones musicales. Varios asistentes habían alertado de la desaparición de sus teléfonos a la policía autonómica, que desplegó algunos agentes de paisano para localizarlo.
En un tuit, los mossos recuerdan este sábado el riesgo que supone llevar el teléfono en el bolsillo trasero del pantalón. Los agentes están localizando a las víctimas para devolverles sus terminales, en algunos casos de gran valor económico. El festival congregó el viernes a 17.500 personas, que previamente tuvieron que hacer cola para someterse a test de antígenos.
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