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25 de enero de 2023

Un sacristán muerto y un párroco herido en un presunto ataque yihadista contra iglesias de Algeciras

El atacante, que ha sido detenido, apuñaló con arma blanca a los religiosos en templos diferentes al grito de «Alá es grande»

La sombra de la yihad vuelve a planear sobre España cinco años y medio después de los atentados de Cataluña. Esta vez, en forma de apuñalamiento a religiosos, la táctica preferida por los 'lobos solitarios' en Europa. Un sacristán resultó muerto, un párroco herido de gravedad y, al menos, otras tres personas lesionadas de menor entidad por cortes, en dos ataques perpetrados en la tarde de este miércoles con un machete en sendas iglesias de Algeciras (Cádiz) que, según todas las fuentes consultadas, tienen tintes yihadistas, aunque por el momento Interior evita manifestarse sobre la «naturaleza» de los hechos.

En este sentido, el Juzgado Central de Instrucción número seis de la Audiencia Nacional, tribunal competente para los delitos de terrorismo, se ha hecho cargo ya del caso, que se investiga como un atentado de un posible 'lobo solitario'. Un marroquí -Yassine Kanjaa, de 25 años y sin antecedentes penales - fue detenido ya por la noche como único responsable de los dos atentados. El fallecido es Diego Valencia, sacristán de la iglesia de La Palma, la principal de la localidad algecireña, y el herido es el padre Antonio Rodríguez, párroco de la capilla de San Isidro. Este último recibió dos puñaladas y se encuentra en estado grave, aunque se encuentra fuera de peligro.

El sangriento recorrido de Kanjaa comenzó a las 18:30 horas en la capilla de San Isidro distante apenas a tres minutos a pie de la iglesia de La Palma. Allí, irrumpió en el pequeño templo, pero, en esta primera ocasión, desarmado. Comenzó a discutir con los escasos feligreses que allí había a los que conminó a convertirse al Islam. Tras esa acalorada discusión, Kanjaa -según los atestados policiales a los que ha tenido acceso este periódico- regresó a las 19:20 horas, ya sí armado con un machete de grandes dimensiones y una calavera adornándolo, dando golpes a las imágenes sagradas con el arma y se enfrentó al párroco Rodríguez, un salesiano jubilado, cuando éste intentaba echarle del templo. Al final, acabó apuñalándole en el cuello y el hombro durante la refriega. El religioso fue trasladado de urgencia al hospital Punta Europa, donde fue estabilizado y operado.

El marroquí desde allí se marchó directamente a la iglesia de La Palma, donde llegó sobre las 19:00 horas. El hombre, vestido con una chilaba debajo de la cual llevaba un chándal, entró al grito de 'Alá es grande' en el templo cuando estaba finalizando la eucaristía. Recorrió la iglesia tirando al suelo con el machete todo lo que se encontraba a su paso: imágenes, cruces y velas... Luego, subió al altar mayor del templo. En ese momento el sacristán Valencia se le acercó para pedirle que abandonara la iglesia. El sospechoso se negó y le increpó. Cuando el magrebí salía por la sacristía volvió a amenazar a dos mujeres. De nuevo, el fallecido le instó a marcharse, momento en el que el asesino comenzó a perseguirle. Finalmente dio alcance al religioso en la cercana Plaza Alta. Tras caer el cura, el agresor le apuñaló en el abdomen, al tiempo que le hería con el arma también en la cabeza. Luego continuó golpeándole la cabeza hasta que el religioso quedó totalmente inmóvil, según los testigos presenciales.

Tercer objetivo fallido Tras el asesinato del sacristán al menos tres transeúntes resultaron heridos por cortes al tratar de detenerle. En el forcejo, el marroquí perdió un rosario islámico (masbaha) que llevaba. Finalmente fue la policía local de Algeciras la que logró reducir al individuo. Los agentes municipales le interceptaron en la Plaza de la Virgen de las Lágrimas, justo a espaldas de la capilla de la Virgen de Europa, a la que intentó también entrar pero estaba cerrada, por lo que los investigadores sospechan que podría tratarse de su tercer objetivo de la tarde/noche. La policía local entregó a la Policía Nacional a Yassine Kanjaa, tras pasar este un reconocimiento médico en el hospital, donde, además, los funcionarios se quedaron con sus pantalones ensangrentados como prueba.

A última hora de la noche los agentes irrumpieron en una vivienda de la calle Ruiz Ragle (en el centro histórico de Algeciras y muy cerca de las iglesias donde atacó) en la que el detenido, junto a otras personas, vivía como 'okupa'. La intención de la Policía Nacional era trasladar cuanto antes al supuesto yihadista a la sede de la Comisaría General de Información en el centro policial de Canillas, en Madrid, para ser interrogado por lo servicios antiterroristas antes de pasar a disposición del juez Manuel García-Castellón a finales de semana.

Se da la circunstancia que este miércoles particularmente la seguridad era extrema en Algeciras porque poco antes de los ataques, y a apenas a un kilómetro de distancia de las iglesias, en el Auditorio Millán Picazo de la Autoridad Portuaria, autoridades como la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, el presidente de la Junta andaluza, Juanma Moreno, o el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce; habían inaugurado un encuentro empresarial organizado por UGT.

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