La Unidad de Seguridad Privada de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid estaba investigando la actuación de este vigilante tras las denuncias y quejas recibidas
El inspector de servicio de la empresa Segurisa, subcontratada por Metro, que retenía y agredía a presuntos grafiteros y a indigentes, ha sido relevado de su cargo. La Unidad de Seguridad Privada de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid estaba investigando la actuación de este inspector, tras las denuncias recibidas por los propios trabajadores de la compañía.
Tras conocer la investigación policial, Metro de Madrid pidió a la empresa de seguridad que el inspector J. A. R. fuese relevado "hasta que se concluyan los expedientes abiertos, tanto por parte de la compañía como por parte de la Policía Nacional". Según han informado fuentes de Metro, la empresa de seguridad ha accedido a esta petición y el inspector ya no trabajará para Metro. "La compañía ferroviaria no tolerará ninguna conducta violenta de ningún trabajador de una empresa contratista, y exige depurar responsabilidades", ha declarado en un comunicado.
Segurisa es una empresa privada subcontratada encargada de impedir que los grafiteros se cuelen por la noche en los 14 depósitos de Metro y, de esta forma, dificultar que pinten en los vagones. Si los grafiteros logran su objetivo, la empresa de seguridad es multada por Metro. Para evitarlo dos inspectores de servicio del turno de noche se estaban excediendo en sus funciones reteniendo a todo sospechoso con el que se encontraban en el camino, aunque estuviese fuera de las instalaciones, incautándose de sus pertenencias y, en ocasiones, recurriendo a la fuerza.
Algunos trabajadores presentaron una denuncia en comisaría para dar la voz de alarma ante estas actuaciones. "El dicente comienza a observar cómo uno de los inspectores de servicio llamado J. A. R. comienza a realizar actos que se exceden en sus funciones, siendo estos, exigir la documentación a personas a las que retiene y fotografiar dichos documentos, intervención de los botes de spray que portan los jóvenes, interrogar a las personas sospechosas antes de que llegue la dotación policial, aparte de las agresiones a los jóvenes a los que además los aborda fuera de las zonas del perímetro de los depósitos de Metro de Madrid, tales como parques y otras zonas aledañas", relata la denuncia a la que ha tenido acceso EL MUNDO. "Además puede personarse en las zonas que frecuentan los grafiteros, sus domicilios, realizando rutas para localizarlos fuera de su zona de actuación", prosigue el texto.
"TE METO UN BOFETÓN" Este modus operandi se realizaba así por orden de los dos inspectores del turno de noche que eran los que fijaban las rutas que realizaban estas patrullas para inspeccionar los vagones. Legalmente, la actuación de estos vigilantes debería limitarse a controlar los depósitos de Metro desde dentro, interceptar a los grafiteros y avisar a la Policía Nacional.
En un vídeo difundido en Youtube, se ve cómo el pasado mes de enero de este año, los vigilantes persiguen a un presunto toxicómano que se encontraba cerca del perímetro del depósito de Metro de Fuencarral. Cuando el inspector de servicio, ahora apartado de su cargo, llegó al lugar donde estaba retenido el sospechoso, le propinó una patada y varios golpes, mientras esperaba la llegada de la Policía (ver el vídeo de arriba). En un segundo vídeo, otro de los mandos de los guardias jurados retuvo a dos jóvenes que paseaban en un parque público cercano al depósito del Sacedal. Entonces, uno de los inspectores pidió a uno de ellos que le enseñase sus tatuajes y, cuando vio que uno de los dibujos que llevaba en la piel era un tren, le espetó: "¿Me estás vacilando? Te meto un bofetón que flipas".
No son casos tan aislados. Diversos testimonios recabados por EL MUNDO entre empleados de Segurisa y trabajadores ajenos a la empresa, que han visto el modus operandi de estos dos inspectores de servicio, ratifican esta polémica e ilegal forma de actuar. "Una noche vi cómo este señor agredía a un presunto grafitero alemán que se encontraba por los exteriores del depósito de Cuatro Vientos al grito de: "Soy policía, al suelo". Y acto seguido le propinaba un puñetazo en la cara y le volcaba en el suelo", declara un empleado que prefiere mantenerse en el anonimato.
Varios trabajadores presentaron quejas por estas actuaciones a la empresa Segurisa sin que la compañía tomase cartas en el asunto hasta que la noticia ha saltado a los medios de comunicación. Es más, lo único que hizo la compañía fue organizar una recogida de firmas para desacreditar la versión de los empleados. En la denuncia presentada ante la Policía Nacional, los vigilantes sostienen que la empresa de Metro era conocedora de estos hechos, pero no había exigido responsabilidades hasta hoy. Tras conocer los vídeos, Metro de Madrid se puso en contacto con la empresa de seguridad para solicitar información de lo ocurrido. En ese momento, la empresa comunicó a Metro la apertura de una comisión de investigación interna que todavía no ha concluido.
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