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6 de junio de 2022

Los museos de Vigo invierten cada año un millón en medidas de su seguridad

El Concello prorrogó el contrato con Prosegur que incrementa 2.060 euros para blindarse ante nuevas amenazas

El atentado frustrado contra “La Gioconda” de Leonardo da Vinci hace unos días en el Louvre puso sobre la mesa los sistemas de seguridad que custiodian el patrimonio artístico. En Vigo, los principales museos y centros de exposiciones dependen de tres organismos, que destinan en total cerca de un millón de euros al año en vigilancia y seguridad. El Concello gestiona la Red de Museos Municipal, donde se encuentran Castrelos y la pinacoteca con las principales piezas, así como el Marco, que acoge exposiciones con obras de gran cotización en el mercado; la Consellería de Cultura es la responsable del Museo do Mar, depositario oficial de los hallazgos subacuáticos de toda la costa gallega y Afundación, cuyo Centro Social alberga la sede oficial de la Colección de Arte.

La junta de gobierno local aprobó esta semana la prórroga del contrato en los servicios de seguridad por valor de 630.708,72 euros a favor de Prosegur por el periodo de un año, que va desde el 2 de octubre de este año hasta el 1 de octubre de 2023. Unos 578.341 euros corresponden a vigilancia y seguridad, mientras el resto, 52.367 euros, corresponden al mantenimiento de las instalaciones específicas. Las nuevas amenazas y las aplicaciones de los avances tecnológicos en los ataques potenciales a los museos recogen un incremento de algo más de 2.060 euros para la corrección de incidencias menores en métodos de antiintrusión o contraincendios. Asimismo, el personal estará obligado a realizar un plan de formación continua de 25 horas.

Dentro de la Rede de Museos Municipais de Vigo, se establece vigilancia presencial en horarios de apertura para Quiñones de León, Casa das Artes (que alberga la colección Luis Torras y la Fundación Laxeiro), la Casa Galega da Cultura y la Pinacoteca Francisco Fernández del Riego. En el Verbum se aplica fuera del horario de apertura, al igual que en el Museo Liste. En ambos casos se suple con otras medidas como la seguridad electrónica y el servicio de videovigilancia solo para el etnográfico.

El Museo de Arte Contemporáneo (Marco), aunque dentro de la red museística municipal, aplica su propio protocolo, cumpliendo con los estándares comprometidos. Además de control diario a cargo del personal de sala, incluye un sistema de control de accesos conectado a la central receptora de alarmas, mediante subsistemas de detectores volumétricas, cámaras de vigilancia interiores y exteriores, así como la delimitación de zonas de acceso restringido entre las que se encuentran los almacenes del sótano, donde se custodia gran parte de la colección de arte municipal y los fondos fotográficos. Aunque en el caso del Marco, la principal prevención se centra en las piezas que se exponen de forma temporal. Actualmente, acoge una de las muestras más ambiciosas del año, “O Antropomórfico”, de Francisco Leiro. Según las características de cada montaje, cuando el cuidado de las obras lo requieran, la seguridad se refuerza con medidas especiales de vigilancia y control.

En las salas se estableció un sistema de detección y extinción de incendios mediante la compartimentación por sectores con la instalación de sensores analógicos y direccionales conectados a la central de incendios, a los que se añaden extintores manuales y automáticos. Con respecto al Museo do Mar de Galicia, dependiente de la Consellería de Cultura, el prepuesto destinado a la vigilancia y la seguridad del centro ha ido disminuyendo en los últimos años. Así, en 2007 se publicó en el BOE la licitación del contrato por dos años con un presupuesto base de 315.009,60 euros, mientras en 2011 se adjudicó también por dos años a la empresa Sequeo por 226.468,67 euros, al término del cual volvió a salir a concurso público por 80.000 euros.

Finalmente, también en Vigo tiene la Colección de Arte de Afundación, formada por más de 5.000 piezas y declarada Ben de Interese Cultural (BIC) en 2015. Aunque las obras se reparten en exposiciones temporales distribuidas por toda Galicia, el Centro Social Afundación es el punto de referencia y se incluye en el protocolo de seguridad para sus instalaciones principales. Sin que haya trascendido la inversión concreta, incluye vigilancia presencial dentro y fuera del horario de visitas.

Una sala de vigilancia conectada 24 horas al día El Consejo Internacional de Museos (ICOM) estableció un protocolo para asegurar el mantenimiento y la conservación del patrimonio cultural en los museos. Tanto el Concello como la Xunta de Galicia aseguran estar adheridas a estas recomendaciones. La entidad internacional considera que un buen sistema se basa en una organización jerarquizada con un jefe de seguridad y vigilantes a su cargo, así como un sistema de control que abarque los espacios interiores y exteriores. Señala la necesidad de contar con una sala de vigilancia conectada las 24 horas del día a los guardias y poner en marcha planes tanto planes de extinción como actuaciones de prevención.

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