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10 de abril de 2022

12 horas al día sin descanso durante meses o años: el “trabajo forzoso” de los guardias de seguridad de Catar

Aministía internacional denuncia la explotación que sufren estos vigilantes que son sancionados por ponerse enfermos o ir al baño

Queda poco menos de ocho meses para que comience el Mundial de Qatar, las impactantes obras llevadas a cabo en Qatar para albergar el campeonato ya están listas, tras años bajo la lupa de la comunidad internacional que ha denunciado en diferentes ocasiones violaciones de los derechos humanos. El diario inglés The Guardian denunció el pasado año que alrededor 6.500 trabajadores provenientes de India, Pakistán, Nepal, Bangladesh y Sri Lanka habrían muerto en Qatar desde que el país consiguió la organización del Mundial, hace más de diez años. Más muertos que los atentados del 11-S (2.996 fallecidos). Poco después llegaba otro informe publicado el pasado mes de mayo aún más demoledor.

La Fundación para la Democracia Internacional ratificaba su denuncia sobre esclavitud en la construcción de los estadios para el Mundial de Qatar. En la última actualización de su informe “Detrás de la pasión”, subrayaban que la cifra de trabajadores muertos superaba los 6.500, una media de 12 vidas por semana desde el 2010 y exigían la intervención del presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Sin embargo, ni este tipo de denuncias ni las normas que atacan a derechos fundamentales como la libertad sexual, han frenado un evento que ya tiene listos sus impresionantes estadios.

Ahora Amnistía Internacional ha vuelto a poner el poco sobre las vergonzosas condiciones de trabajo de los empleados que se esconden tras el faraónico espectáculo del Mundial. Según la denuncia que acaban de publicar, los guardias de seguridad trabajan en unas condiciones que constituyen trabajo forzoso, incluso en los proyectos relacionados con la Copa Mundial de la FIFA 2022. En su nuevo informe, Creen que somos máquinas, la organización ha documentado las experiencias de 34 personas empleadas actualmente o en el pasado por ocho empresas de seguridad privada en Catar.

12 o 18 horas al día sin descanso El personal de seguridad entrevistado, en su totalidad trabajadores y trabajadoras migrantes, describió que es habitual trabajar 12 horas al día, 7 días a la semana, a menudo durante meses o incluso años, sin un día descanso. La mayoría dijeron que sus entidades empleadoras se negaban a respetar el día de descanso semanal que establece la legislación qatarí, y que los trabajadores y trabajadoras que de todas formas se tomaban el día de descanso que les correspondía se enfrentaban a ser sancionados con deducciones salariales arbitrarias. Un hombre describió su primer año en Qatar como “la supervivencia del más fuerte”.

En 2017, Qatar puso en marcha una prometedora agenda para abordar problemas relacionados con el trabajo pero estas reformas no se están aplicando de manera efectiva. Es más, muchos de los abusos documentados por Amnistía Internacional son vulneraciones de leyes y normativas qataríes que están en vigor desde antes de las reformas.

“Todos los abusos que desvelamos derivan del enorme desequilibrio de poder que sigue existiendo entre las entidades empleadores y la población trabajadora migrante en Qatar, lo que indica que sigue habiendo importantes brechas en la aplicación de la legislación laboral por parte de las autoridades. Muchos de los guardias de seguridad con los que hablamos sabían que sus entidades empleadoras estaban infringiendo la ley, pero se sentían impotentes para cuestionarlas. Los trabajadores, que están física y emocionalmente agotados, siguieron yendo a trabajar bajo la amenaza de sanciones económicas, o peor, bajo la de la finalización de su contrato o la de deportación”, ha afirmado Stephen Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional.

“Pese a los avances que ha hecho Qatar durante los últimos años, nuestra investigación indica que los abusos en el sector de la seguridad privada —cuyos servicios serán cada vez más demandados durante la Copa Mundial— siguen siendo sistemáticos y estructurales” añaden. Amnistía Internacional pide a Qatar que investigue con urgencia los abusos en el sector de la seguridad privada.

Según este informe, las 34 personas entrevistadas estaban empleadas por ocho empresas privadas distintas, que han proporcionado servicios en lugares como ministerios gubernamentales y estadios de fútbol, así como en otros proyectos de infraestructuras que serán esenciales para la celebración de la Copa Mundial 2022, como hoteles, sistemas de transporte e instalaciones deportivas. Al menos tres empresas han proporcionado seguridad en torneos de la FIFA, incluidas la Copa Mundial de Clubes de la FIFA de 2020 (aplazada a 2021) y la Copa Árabe de la FIFA 2021.

Sanciones hasta por ir al baño De los 34 guardias de seguridad entrevistados, 29 contaron a Amnistía Internacional que, de manera habitual, trabajaban 12 horas al día, y 28 dijeron que también de manera habitual se les negaba el día de descanso, con lo que muchos de ellos trabajaban 84 horas a la semana, durante varias semanas seguidas.

Para tomarse el día de descanso al que tienen derecho por ley, los guardias de seguridad tenían que pedir la autorización expresa de sus entidades empleadoras, que a menudo se la negaban; y tomarse un día de descanso sin permiso podía dar lugar a deducciones salariales. Algunos guardias también denuncian haber sido objeto de cuantiosas sanciones económicas por “faltas” como no llevar el uniforme adecuadamente o abandonar su puesto para ir al baño sin que nadie ocupe su lugar.

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