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31 de mayo de 2020

La CEOE pide más flexibilidad para despedir y recortar salarios en la recuperación

Estima que el PIB podría caer este año entre un 8% y un 15,5% del PIB y exigen poder recuperar a sus trabajadores de forma paulatina y exenciones en las cotizaciones sociales.


Los empresarios quieren alzar su voz sobre cómo ha de reactivarse la economía para salir de esta crisis sanitaria. Para ello, la CEOE publicó este lunes su informe 'Estrategia para la Recuperación Económica de España tras la crisis del Covid-19', realizado en colaboración con Deloitte y ESADE, en el que recogen un conjunto de medidas -de corto, medio y largo plazo- para afrontar la recuperación y para sentar las bases de un nuevo modelo económico. «A corto plazo, el proceso de vuelta a la normalidad no va a ser sencillo, ni rápido, y será desigual entre unos sectores y otros», advierte la patronal, que empeora sus previsiones económicas y augura que la caída del PIB será este año entre un 8%, en el mejor escenario, y un 15,5%, en el peor, aunque se decanta porque lo más probable sea un recorte medio en el entorno del 12%, contando con que haya un rebrote en otoño, lo que supone una merma superior a la que estima el Gobierno y a la que ellos mismos hicieron hace unas semanas.

Las principales demandas que hacen giran en torno a dotar de más liquidez a las empresas, ya que los 100.000 millones dispuestos a través de las líneas ICO no serán suficientes, y, principalmente, darles una mayor flexibilidad para poder reincorporar a los trabajadores en función de la paulatina recuperación de la actividad. Reclaman, una vez más, eliminar el requisito de mantener el empleo durante seis meses si se han acogido a un ERTE y piden además recuperar la potestad de despedir a sus empleados por las causas de extinción que establece la ley «como medida de salvaguarda de la pervivencia de las empresas». El Gobierno prohibió estos despidos poco después de decretarse el estado de alarma, por lo que, en caso de extinción de contrato, las empresas deberán pagar la máxima indemnización. En esta misma línea, demandan «simplificar los procesos de modificaciones de las condiciones de trabajo, movilidad geográfica y descuelgue de convenio», lo que podría conllevar recortes de sueldo a sus plantillas o evitar subidas salariales pactadas previamente.

«A las empresas hay que darles las mayores flexibilidades posibles para poder adecuarse a la nueva realidad», explicó en rueda de prensa el vicepresidente de CEOE y director del Departamento de Asuntos Económicos de la organización, Íñigo Fernández de Mesa, quien defendió que «si no queremos destruir todo el tejido productivo, es importante que todas las medidas que se han ido diseñando para hacer frente a la crisis se vayan acompasando al proceso de recuperación». «Si se eliminaran antes de recuperar la normalidad, se producirá un impacto negativo», alertó.

Menos cotizaciones Por ello, abogaron porque los ERTE se mantengan una vez levantado el periodo de alarma, porque no tiene sentido que la hostelería tenga que tener en plantilla a todos sus trabajadores este verano. Así, apostaron por que se les dé flexibilidad para dar entrada y salida a los trabajadores afectados por un expediente de empleo en función de la variación de la actividad. De igual manera, ven «fundamental» suprimir las cuotas empresariales a la Seguridad Social en caso de ERTE (ahora las empresas de más de 50 trabajadores pagan el 25%) y reducir las cuotas sociales para aquellas compañías que se comprometan a mantener el empleo en condiciones y plazos claramente delimitados. «La recuperación debe recaer sobre las empresas, por lo que la peor medida que puede haber es una subida de impuestos», aseguró Fernández de Mesa, quien se mostró contrario a implantar en esta situación nuevas cargas fiscales como la tasa digital. Además, la CEOE pide que sean las CC AA y ayuntamientos los que marquen la pauta en este proceso de desescalada.

Potenciar la industria Por otro lado, el informe precisa que ahora más que nunca es momento de reactivar la industria, como motor fundamental de la economía y elemento tractor de los sectores auxiliares, así como un sector básico para generar empleo de calidad. En este sentido, es necesario retomar el objetivo de lograr que su peso sobre el PIB pase del 14% actual al 20%.

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