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31 de mayo de 2020

Las guías de orientación provisionales de RCP abordan los desafíos de proporcionar reanimación durante el COVID-9

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El objetivo de la nueva orientación consiste en proporcionar una RCP oportuna y de alta calidad, además de resguardar la seguridad del profesional que la realice

Debido al aumento exponencial actual de la incidencia del COVID-19 en todo el mundo, el porcentaje de paros cardíacos con el COVID-19 tiene una gran probabilidad de aumentar. El creciente y cambiante brote de los casos de COVID-19 crea desafíos con respecto a los esfuerzos de reanimación y demanda posibles modificaciones a los procesos y las prácticas establecidos.

La American Heart Association, la organización sin fines de lucro líder mundial centrada en la salud del corazón y el cerebro para todos, ha compilado guías provisionales de RCP para ayudar a los reanimadores a tratar a las víctimas de un paro cardíaco con sospecha o confirmación de contagio por COVID-19. La Asociación, en colaboración con la American Academy of Pediatrics, la American Society of Anesthesiologists, la American Association of Respiratory Care, The Society of Critical Care Anesthesiologists y el American College of Emergency Physicians, publicó la “Guía provisional para soporte vital avanzado y básico en adultos, niños y neonatos con sospecha o confirmación de contagio por COVID-19”. Esta publicación se realizó el día de hoy en Circulation, la revista insignia de la Asociación. El objetivo es garantizar que aquellos pacientes que sufran un paro cardíaco, con o sin el COVID-19, tengan las probabilidades más altas de supervivencia sin comprometer la seguridad de los reanimadores.

“La RCP sigue siendo un componente fundamental de la atención de muchos de nuestros pacientes, particularmente durante esta pandemia, pero aumenta el riesgo de exposición al COVID-19 de nuestros reanimadores”, afirmó Dana P. Edelson, M.D., M.S., directora médica ejecutiva de Rescue Care de la University of Chicago y autora correspondiente del grupo voluntario de redacción. “Esta guía gira en torno a la ciencia en constante evolución y la opinión de expertos, y, de este modo, se busca ayudar a los sistemas de salud y los proveedores a mitigar aquel riesgo con las esperanzas de mantener las probabilidades de supervivencia logradas ante un paro cardíaco a lo largo de las últimas dos décadas”. Además de la declaración, la Asociación lanzó un curso de aprendizaje en línea gratuito (actualizado el 4/9 para retirar una referencia al curso de 10 minutos) y así ayudar a los proveedores del cuidado de la salud a comprender el impacto de las guías de reanimación. En la declaración, entre los principios de reanimación de pacientes en caso de sospecha o confirmación de contagio por COVID-19, se incluye lo siguiente:

-Reducir la exposición del rescatista al COVID-19. Limitar el personal en la sala o en la escena solo a aquellos que son esenciales para el cuidado del paciente.

-Priorización de estrategias de oxigenación y ventilación con menos riesgo de aerosolización. Se puso énfasis en el uso de filtros de aire de alta eficiencia (HEPA, del inglés High Efficiency Particulate Air) para todo tipo de ventilación e intubación anticipada y correcta con intubación mecánica para así minimizar la propagación por vía aérea del virus.

-Considerar la idoneidad de iniciar y continuar con la reanimación. Los sistemas de cuidado de la salud y las agencias de servicios de emergencias médicas deben instruir políticas para guiar a aquellos en la primera línea. De este modo, serán capaces de determinar la idoneidad de cuándo iniciar y finalizar una RCP en pacientes con COVID-19, teniendo en cuenta los factores de riesgo del paciente para estimar la probabilidad de supervivencia.

-Seguir fomentando la RCP realizada por un testigo presencial y la desfibrilación para aquellos con la disposición y la capacidad, especialmente si son familiares que ya han estado expuestos a la víctima en el hogar. En el caso de un paro cardíaco fuera del hogar, el uso de una mascarilla facial o un pañuelo que cubra tanto la boca como la nariz del reanimador o de la víctima puede reducir el riesgo de contagio de los testigos durante una RCP usando solo las manos.

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