Un vigilante de seguridad acabó ayer con graves lesiones en la cabeza y contusiones en un brazo al tratar de sofocar una pequeña revuelta de viajeros que se negaban a colocar los tapabocas obligatorios por ley.
Fuentes policiales han informado que los hechos ocurrieron sobre las 16:30 horas en la estación de Parc del Besòs. Los vigilantes detectaron que un pasajero viajaba en el TRAM fumando, sin billete y sin mascarilla protectora contra el patógeno. Le reprendieron su actitud, y éste contestó escupiéndoles. Tras ello, le desalojaron del vagón.
Lanzamiento de objetos, agresión y conato de disturbios El ciudadano reaccionó violentamente. Se acercó a un contenedor de basura y arrojó botellas y piedras a los vigilantes de seguridad, que tuvieron que refugiarse detrás de las máquinas expendedoras de billetes. Tras ello, huyó a la carrera, para volver acompañado de más gente a los pocos minutos. En ese momento y sin mediar palabra, agredió con un palo por la espalda a uno de los profesionales de la seguridad, provocándole una brecha en la cabeza y haciéndole caer al suelo. Sus acompañantes trataron de apalear al compañero de la víctima con palos que habían cogido de la basura. El incidente fue de tal magnitud que los dos vigilantes tuvieron que huir a la carrera y refugiarse en la comisaría local de los Mossos d'Esquadra, donde presentaron denuncia.
Piden espráis de defensa En conversación con este medio, TRAM ha confirmado una agresión a uno de sus agentes, del que ha dicho que "se le atendió y ayudó a presentar denuncia". La unión temporal de empresas (UTE) que explota el tranvía admite un "repunte de inseguridad" en algunas líneas de la infraestructura. La está abordando, ha agregado la compañía, mediante mediadores y comunicaciones de la situación a Mossos d'Esquadra y al Departamento catalán de Interior, que son conocedores del nuevo escenario.
Cabe recordar que los incidentes del martes en el TRAM no son nuevos. En noviembre, un vigilante y su perro resultaron apuñalados por un pasajero que viajaba sin billete. El autor, un pandillero salvadoreño que vive en España, fue detenido e imputado por la acción. Los profesionales de la seguridad piden a TRAM que reparta "ya" los espráis de defensa prometidos, habida cuenta de la cadena de agresiones y de la situación de inseguridad que se vive en el Besòs durante el estado de alarma.
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