Ha reconocido los hechos, aceptando una pena de 8 meses de prisión por dos delitos de atentado y una multa por un delito de lesiones leves. No ingresa en la cárcel.
La autoridad judicial ha condenado este domingo al marroquí que agredió a un vigilante de seguridad del pabellón de La Libertad y a una trabajadora de Cruz Roja, a los que además insultó y amenazó mientras estaban trabajando en estas instalaciones deportivas convertidas en albergue ocasional por orden de la Delegación del Gobierno en Ceuta.
Esta mañana el detenido ha sido trasladado al Palacio de Justicia por la Policía. En la toma de declaración ha reconocido los hechos y aceptado su responsabilidad en dos delitos de atentado, además de un delito leve de lesiones. De esta manera ha sido condenado por conformidad, suspendiéndose la pena. Según han confirmado fuentes judiciales a El Faro de Ceuta, por los dos delitos de atentado ha sido condenado -teniendo en cuenta la reducción derivada del reconocimiento de los hechos- a 8 meses de prisión (cuatro por cada delito). Por el delito leve de lesiones, ha sido penado con una multa de 6 meses con cuota de pago de 6 euros diarios.
Esta mañana el detenido ha sido trasladado al Palacio de Justicia por la Policía. En la toma de declaración ha reconocido los hechos y aceptado su responsabilidad en dos delitos de atentado, además de un delito leve de lesiones. De esta manera ha sido condenado por conformidad, suspendiéndose la pena. Según han confirmado fuentes judiciales a El Faro de Ceuta, por los dos delitos de atentado ha sido condenado -teniendo en cuenta la reducción derivada del reconocimiento de los hechos- a 8 meses de prisión (cuatro por cada delito). Por el delito leve de lesiones, ha sido penado con una multa de 6 meses con cuota de pago de 6 euros diarios.
Tal y como adelantó este periódico, el detenido insultó y amenazó a una trabajadora de Cruz Roja a la que intentó agredir viéndose obligados a intervenir los vigilantes de seguridad en activo en el pabellón. Posteriormente agredería a uno de los vigilantes que sufrió lesiones leves por las que tuvo que ser atendido en el Hospital Universitario. El detenido es un inmigrante marroquí que ya se ha fugado en varias ocasiones del pabellón y ha causado problemas de convivencia con los demás acogidos.
La sentencia condenatoria impuesta esta misma mañana queda en suspenso, de incurrir en un nuevo delito tendrá que cumplirla y se procedería a su ingreso en la cárcel de Mendizábal. Hace unas semanas otro de los internos también fue condenado por atentado contra un trabajador de Cruz Roja al que agredió cuando este intentaba atenderlo en el suelo. Los trabajadores y la propia vigilancia de seguridad han expuesto en múltiples informes la situación de inseguridad que se registra en este recinto debido al hacinamiento de personas y a que un grupo concreto demuestra un nivel impropio de convivencia y provoca altercados o peleas.
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