Sin duda, los acontecimientos que estamos viviendo en la actualidad cambiarán la seguridad en todos los ámbitos y áreas que nos podamos imaginar, añadiendo más elementos a los ya incorporados en la anterior revolución de la seguridad, que se produjo con los atentados de las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Es difícil resumir en unas líneas el impacto que la Covid-19 ha dejado, está dejando y dejará en la seguridad en centros sanitarios y hospitalarios, al igual que en otras áreas como la sanidad en general, administraciones, convivencia, economía, política, etc., pero intentaré realizar un breve resumen de las que consideramos más importantes.
El mayor impacto, y uno de los más evidentes, es el efecto que el virus ha tenido sobre la organización y gestión de hospitales, centros sanitarios y de todo tipo de material o equipamiento de los que se abastecen para realizar su labor asistencial. Ha quedado patente, como OSICH advirtió y defendió en su día, que estas instituciones son infraestructuras críticas, tal vez no individualmente, pero sí como un todo, pues la debilidad en cualquiera de sus eslabones conlleva una rotura por saturación en muchos otros, afectando a un volumen ingente de población. Lamentablemente, el CNPIC y sus asesores no lo consideraron de tal manera, sufriendo ahora toda la población de España dicha decisión.
Profesionales sanitarios, vigilantes de seguridad… Casi de igual importancia, e incluso mayor, es el impacto que el virus ha tenido sobre las personas y nuestra sociedad. Y cuando me refiero a las personas hablo de profesionales sanitarios y no sanitarios, vigilantes de seguridad y personal de empresas externas que trabajan en los diferentes entornos e instituciones sanitarias, pacientes, familiares… y, en definitiva, la población en general, que somos quienes hacemos uso de este magnífico sistema de salud con el que contamos. Durante estos meses hemos podido ver y vivir desde dentro de los centros sanitarios cómo no se puede garantizar la protección total de los profesionales que se exponen de forma directa o indirecta al virus debido a una deficiente y poca previsión – prevención, para afrontar un problema que venía avisando desde diciembre de 2019.
Los vigilantes de seguridad que prestan servicio en estos centros también se han visto afectados por el virus, incrementando su riesgo de contagio por el entorno en el que se encuentran, lo que provocó que fuese complicado mantener los servicios al nivel y calidad que ya presentaban, pues exigía la sustitución de las bajas por contagio con personal de seguridad que no estaba acostumbrado a trabajar en el sector salud y, además, acudían con el miedo provocado por la presión mediática, comentarios de compañeros, etc.
Entorno hospitalario, con riesgos propios Tal vez esto último sea un error de los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de las empresas de seguridad, pues parece que valoran los riesgos de todos los vigilantes como si todos trabajaran en el mismo entorno, y desde OSICH consideramos que el entorno hospitalario (e incluso el de los centro de salud), es diferente, con otros riesgos propios y distintos de la mayoría de los centros e instalaciones donde se puede ver a vigilantes de seguridad trabajando. Por todo ello, es frustrante ver cómo en determinadas escalas, direcciones y mandos de la administración no son capaces de aprender del personal especializado en seguridad del que disponen, integrando su forma, metodología y asesoramiento en el trabajo del día a día.
Creo que en estos momentos queda demostrado que sin una correcta gestión del material sanitario (garantizando suministro de proveedores, incluso en momentos de crisis) y, por supuesto, una mayor protección de éste -aunque por parte de los sanitarios implique un esfuerzo adicional- no se puede conseguir una función asistencial adecuada a las circunstancias. No nos olvidemos que, por desgracia, con el virus no se han eliminado las otras amenazas de seguridad a las cuales están sometidas nuestras organizaciones (que son muchas y variadas), teniendo que realizar un esfuerzo bastante considerable para tener todo bajo control.
Agradecemos la cooperación y colaboración que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y el Ejército, han prestado en los hospitales, y más concretamente con los servicios de seguridad y sus demandas. Esta colaboración amortigua los efectos de la Covid-19, aunque si se hubiera planificado antes mediante sus correspondientes planes de protección específicos estaríamos en otro escenario, seguramente, más beneficioso. Quiero aprovechar estas líneas para agradecer el gran esfuerzo y sacrificio que mis compañeros están realizando y realizan en todos los hospitales y centros de salud de España ante la crisis sanitaria. Espero que este esfuerzo y sacrificio no se olvide por parte de instituciones, administración y ciudadanía en general cuando esta situación termine, ya que se trata de las mismas personas que respondieron en su momento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario