«Esto es imparable, tiene un gran potencial» Una veintena de jóvenes se forman en el manejo de drones con el programa municipal Impulsa
Volar con los pies en la tierra. Es lo que están aprendiendo los alumnos del curso sobre manejo profesional de drones que se forman en el Cersia y que han conseguido una de las diecisiete plazas de la iniciativa formativa juvenil más demandada de las cuatro que el Concello tiene en marcha con el programa Impulsa, cofinanciado por el Fondo Social Europeo. Vinculados con el campo de la informática, los demás no llegaron a cubrir su aforo (17 plazas también). Pero el de los drones triplicó esa oferta.
Más allá de su posible atractivo recreativo, su potencial como herramienta profesional en los más diversos campos sustenta una demanda formativa alimentada igualmente en este caso por su acceso gratuito. Porque «los de drones suelen ser muy caros», dice una de las participantes en un curso que los habilitará -siempre que demuestren su competencia- para el pilotaje de drones, con especialización para el sector audiovisual. La conjunción perfecta para animar a Irina a abrirse nuevos «campos» formativos. Aunque filóloga, le llaman tanto los drones como el mundo del audiovisual. Cristian González llegó al Cersia, sin embargo, motivado por el complemento profesional que le ofrece el curso. Arquitecto técnico en paro -como los demás participantes, uno de los requisitos- destaca las posibilidades en fotogrametría que aporta una iniciativa en la que también se les enseña a sacar datos de los equipos e incluso a construir drones, para que adquieran nociones sobre su mantenimiento. En este caso es como una miniformación profesional integral, porque une la certificación de piloto con operativa de campo y conocimiento de los equipos, dice José Manuel Miranda, monitor del curso junto con Ángel del Real, quienes identifican la pujanza del sector y el potencial laboral con drones entre las motivaciones de estos jóvenes.
«Es una oportunidad interesante para abrirte puertas en un mercado laboral desconocido y emergente», apunta Irina, consciente, sin embargo, de que una implantación amplia requerirá su tiempo. «La herramienta es muy potente y el mercado todavía emergente», por lo que aún no es muy amplio, afirma Miranda, pero «esto es imparable, tiene un crecimiento exponencial» y con una perspectiva laboral «a medio y largo plazo muy importante». El sector del audiovisual es uno de los que más tiran ahora por esa demanda. Pero las posibilidades de los drones son evidentes no solo en el de la vigilancia y seguridad, sino en el de la energía, para el control de redes eléctricas; y en la topografía, la inspección industrial e incluso para el control de cultivos, entre otras muchas. Sus aplicaciones están en expansión en la empresa privada, pero en Galicia la Xunta está sacando licitaciones para hacer pruebas sobre el terreno en materia forestal, agraria y de control de incendios, señala Miranda.
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