El juzgado de lo social número 28 de Madrid ha citado a Renfe Operadora y Garda Seguridad a comparecer el 19 de diciembre tras admitir a trámite la denuncia de Alternativa Sindical por falta de dotación de los vigilantes de suficientes medidas de protección ante las agresiones que sufren.
El sindicato ha explicado hoy en un comunicado que los vigilantes de seguridad no disponen de suficientes medios para ejercer su trabajo y han exigido la regulación de las dotaciones de equipos de protección, que incluyen chalecos y guantes anticorte, como en el caso de Barcelona, donde su uso es obligatorio. Los vigilantes denuncian que las empresas contratadas por compañías públicas como Renfe o Metro de Madrid para el servicio de vigilancia, entre ellas Garda, Trablisa, Segurisa, Prosegur o Securitas, han recortado en personal y equipación "para hacer sus ofertas más atractivas en los concursos públicos, sin que se cumpla en ningún caso la Ley de Prevención de Riesgos Laborales".
La organización sindical ha señalado que los recortes "les han despojado de las herramientas de defensa o intimidación con las que minimizaban y evitaban las agresiones", que registraron un aumento interanual del 6 % en el primer semestre del año en instalaciones de Renfe, según datos de la operadora pública. Desde hace tres años los vigilantes de seguridad ya no llevan revólver, y parte del equipo de defensa deben costearlo de su propio bolsillo, como los guantes anticortes, ha lamentado el sindicato.
En el caso del metro, por ejemplo, la plantilla se ha reducido en un tercio en los últimos años, lo que obliga a los vigilantes a acudir solos cuando hay un aviso, o hacer la ruta sin un compañero en muchas ocasiones, ha agregado la organización. Desde Alternativa Sindical insisten en que las condiciones de trabajo para los vigilantes afectados por el conflicto "resultan gravosas para la integridad y salud de los mismos" e instan al Ejecutivo a que se les reconozca el carácter de agentes de seguridad.
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