La ampliación de las medidas de seguridad en el acceso a los andenes del AVE en la estación de Sants, después de que un vigilante dejara embarcar por error a una pasajera que llevaba una hebilla de cinturón con forma de granada, está provocando muchas colas y molestias. En una semana, 200 pasajeros del AVE han perdidos sus trenes a Madrid y han tenido que ser recolocados en otros, aunque sin coste.
Los problemas empezaron hacen justo una semana cuando los responsables de Adif, la gestora de la estación, puso en práctica algunas de las medidas decididas en una reunión de seguridad con los Mossos d'Esquadra y que suponían mejorar el sistema de alerta al cuerpo policial, pero tambien mejorar la detección de objetos sospechosos.
Detectores manuales con los pasajeros El incidente de la hebilla con forma de granada se produjo cuando la pasajera que la llevaba pudo subirse al tren con la maleta pese a ser detectada en el escáner de seguridad porque el vigilante creyó que la falsa bomba estaba en la maleta de otro pasajero, al que sí retuvo. Fuents de Adif han explicado que desde hace una semana se han abierto cuatro líneas de control con escáneres de equipajes y se espera abrir otras dos en los próximos días "en cuanto lleguen los nuevos equipos". Pero el mayor retraso lo causan ahora los registros personales con un detector de metales manual que se pasa a todos los viajeros. Antes solo se miraban los equipajes.
Fuentes de la empresa han indicado que sería preferible que los pasajeros acudan con más tiempo a la estación de Sants si van a coger el AVE, sobre todo si es en un día punta como los viernes. Hoy las colas ante el filtro de seguridad han llegado hasta la calle atravesando todo el vestíbulo.
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