UN VIGILANTE DE SEGURIDAD le plantó cara a los tiradores, desarmado. "Querían rematarlos y dispararon sin cesar; pudo haber una masacre", contó después a la prensa. D. encañonó al guarda y lo conminó a que se hiciera a un lado: "Si no te apartas te parto por la mitad". El vigilante le insistió que tirase el arma. El padre y sus hijos huyeron pero siguieron disparando desde el coche.
El encausado que presuntamente encañonó al guarda se expone a la mayor petición de condena. D. G. M. -tío de la chica embarazada- se enfrenta a 13 años y medio si la Audiencia aprecia delito de atentado a personal de seguridad privada. Si la sala califica los hechos como amenazas, la máxima pena posible será de 12 años. Comparte con los otros 5 acusados dos delitos de intento de homicidio (8 años en total), desórdenes públicos (1 año) y tenencia ilícita de armas (1). A los tres primeros acusados se les imputan daños (multa de 3.600 euros).
La Fiscalía quiere que los 6 implicados indemnicen a cada víctima con 1.500 euros, así como al Sergas por la atención médica (1.181). Si resultan condenados, los tres primeros tendrán que abonar los daños ocasionados en el centro (2.649 euros), y en dos vehículos que recibieron disparos (838). La fiscal pide a la Audiencia Provincial que proyecte los vídeos -corrieron por las redes sociales como la pólvora- sobre el suceso del hospital.
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