Una entidad denuncia que a raíz de los hechos sólo dejan entrar a los abonados pero al Ayuntamiento lo niega.
Unos jóvenes agredieron el jueves pasado al vigilante de seguridad de la piscina descubierta de Figueres tirándole espray pimienta en los ojos. La entidad Ànima Mater denuncia que a raíz de los hechos se ha dejado de vender entradas y que sólo se deja acceder los abonados pero el Ayuntamiento lo niega y dice que sólo se veta la entrada a aquellos que buscan provocar disturbios y «romper la convivencia». A través de las redes sociales, sin embargo, la entidad dice que a raíz del incidente el consistorio ha «cerrado» las instalaciones a la población general «en plena ola de calor».
«Es vergonzoso que por unas personas que hicieron un acto incívico se sancione a toda la población. Pedimos al ayuntamiento que reabra las puertas de la piscina municipal inmediatamente», dicen en un tuit. También afirman que se están difundiendo mensajes «falsos» sobre lo qué pasó, estigmatizando colectivos de menores y jóvenes vulnerables que no tuvieron nada que ver».
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