Los asaltos apenas bajaron respecto al año anterior y el gasto en limpieza superó los ocho millones de eurosUn tren de Cercanías con grafitis.
Un año más, Renfe alerta del gasto que le acarrea que grupos de grafiteros pintarrajeen trenes, lo que impide en algunos casos que transiten en el horario previsto o, en las ocasiones más osadas, que se frene la marcha para marcar vagones. La compañía explicó este viernes que presentó 1.638 denuncias en 2019 por los asaltos a convoyes en Cataluña, donde calcula que el 80% circulan con pintadas.
La empresa pública comunicó a los cuerpos policiales menos casos que en 2018, cuando se superaron las 1.700 denuncias. La compañía juzgó la reducción "poco significativa". Aun no rebasando las de 2018, las denuncias sobrepasan las 825 que Renfe registró en 2016 y las 1.403 de 2017. La compañía del Estado remarca que ha destinado más de ocho millones de euros de fondos públicos a borrar grafitis en una flota de 250 trenes en Cataluña. Asegura que cada uno se ha pintó de media 10 veces a lo largo del año pasado. El coste es inferior al que la empresa contabilizó en 2018, cuando dedicó unos 10 millones para adecentar vagones. En cambio, desembolsó 5,5 millones en 2016. "Si se limpiasen todos los trenes, el gasto hubiese pasado de los 10 millones en 2019", sostiene Renfe, que sufraga unos 15 millones de euros en seguridad privada, unos tres millones más que en los últimos años.
Aun con un dispendio en comparación menor, Ferrocarriles de la Generalitat pagó 421.612 euros públicos para despojar a los convoyes de la marca de los grafiteros, de los que denunció 132 acciones. La cuantía es creciente para la empresa del Govern, que tasó la inversión anual por el cometido en más de 241.000 euros hacia finales de 2018, por 196.910 euros abonados en 2017 y 137.925 euros en 2016. TRAM costeó unos 105.000 euros el año pasado para eliminar grafitis, 40.000 de ellos en los tranvías y el resto en paradas y mobiliario. La Autoridad del Transporte Metropolitano cuantificó en 14,3 millones de euros el importe para corregir los efectos de 2.905 asaltos en metro, trenes, tranvía y ferrocarril en Cataluña, donde los operadores públicos han pedido que se investigue a los autores por desórdenes públicos, un delito que puede conllevar pena de prisión.
Renfe añade que el vandalismo del que acusa a grafiteros causó que más de dos millones de pasajeros sufrieran retrasos en Cataluña en 2019. A su vez, los fallos en la red también siguen provocando demoras en Cercanías. Las líneas R3, R4 y R7 acumularon dilaciones de 60 minutos en hora punta matinal este viernes en las entradas y salidas a Barcelona desde el Vallès. Renfe las atribuyó a una avería en el sistema de señalización del gestor ferroviario Adif en la estación de Montcada Bifurcació, que tardó más de dos horas en arreglarse.
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