La estación de Renfe de Segur de Calafell lleva días sin vigilancia de seguridad por las agresiones que sufren los vigilantes. Según denuncian los sindicatos de las empresas de vigilantes, la de Segur es una de las estaciones más conflictivas de la red de Cercanías de Barcelona de Renfe.
Los sindicatos reclaman medidas de protección para su personal. En declaraciones a TV3, Claudio Rebull, presidente del comité de empresa de Trablisa, encargada del servicio de vigilancia, señala que "Segur es una estación muy conflictiva. Nadie quiere ir. De momento inspección de trabajo ha cancelado el servicio hasta que se tomen las medidas necesarias". Estas medidas serían dotar con el número de efectivos necesarios para esa estación "y si hacen falta vigilantes armados, que los pongan", dice el presidente del comité de empresa. De momento está suspendida la actividad en la estación.
Control de Policía Local y Mossos en Segur. Los vigilantes llevan años pidiendo sistemas de protección como los chalecos antipinchazos y cortes, guantes de las mismas características e incluso sistemas de defensa como los sprays. También señalan que es imprescindible dimensionar los efectivos a las necesidades de cada estación. Explican que un único vigilante para Segur de Calafell es un riesgo.
Expuestos Manuel Rodríguez, coordinador delegado de Alternativa Sindical, también reclama más medios.Apunta que si los vigilantes no se sienten seguros, tampoco pueden ofrecer la seguridad que merecen los usuarios. Difícilmente los vigilantes superan los 1.000 euros de sueldo, pese al riesgo al que están expuestos y ser garantes de la seguridad de miles de personas. En este sentido otra reivindicación es que la administración les reconozca como agentes de la autoridad ya que en este caso de ser agredidos, las penas para el agresor son más duras. Similares a agredir a un policía. Por ello no hay vigilantes que quieran estar en la estación de Segur al considerar que no están protegidos.
Sin personal La empresa encargada del servicio busca un segundo vigilante para reforzar la vigilancia en la estación, pero hay falta de personal en el sector y de momento no encuentran. Así, la estación sigue sin vigilancia privada para miedo de los usuarios y de los vecinos del entorno de la estación, que llevan tiempo alertando de que es un punto conflictivo. El vigilante que había en la estación de Segur de Calafell ha pasado a reforzar el servicio en Sant Vicenç de Calders, otra de las conflictivas de la línea donde la pasada semana en menos de 24 horas fueron atacados tres vigilantes. Uno de ellos sufrió una fractura de fémur.
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