Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de Loiu han completado hoy el primer tramo de las movilizaciones anunciadas y lo han hecho sin provocar colas en los controles. "No queremos afectar a los pasajeros. Si no se nos atiende, iremos tomando las medidas oportunas", anunciaban por el megáfono nada más empezar. Se descartaba, así, de salida, la idea de una huelga de celo que había sobrevolado la convocatoria. "No queremos causar alarma. No es una huelga de celo. Pero queremos que ", aclaró la presidenta Lourdes Aretxaga, presidenta del comité de empresa.
Con gritos de "Segurisa, en pagar no tiene prisa" y "Manos arriba, esto es un atraco" arracó la movilización, que se repetirá mañana y los días 3,4 y 5 de enero. Todas las jornadas en el mismo horario: de una a tres de la tarde. «Hoy empezamos con las protestas y visibilizando lo que sucede y, si no hay solución, cada vez se notará más», dejaba caer uno de los portavoces del colectivo. Sus reclamaciones son de índole económica y no están dirigidas a Aena, sino a la empresa. CC OO y USO, las centrales con representación, han exigido a la compañía que "cumpla con los acuerdos laborales y los pluses pactados".
Solamente había doce vuelos programados en la franja horaria entre la una y las tres de la tarde. Son las conexiones con Stuttgart, Frankfurt, Nantes, Sevilla, Bruselas, Dusseldorf, Madrid, Munich, Viena, Granada y dos aviones diferentes que van a Málaga. Pero los cinco primeros han pasado el control antes de arrancar la protesta y a partir de las tres sólo hay previstos tres (Sevilla, Palma de Mallorca y Barcelona). En ningún momento ha habido colas.
La labor de este colectivo, formado por unos cien trabajadores, es supervisar que los pasajeros accedan a la llamada 'zona aire' cumpliendo las medidas de seguridad gracias a los cacheos, la revisión de los equipajes de mano, el arco detector de metales y otras pruebas para localizar explosivos. Su mayor queja tiene que ver con “un plus de productividad variable de 80.000 euros que Aena ha abonado a la empresa hace cinco meses y que no nos han pagado todavía. Se pactó que fuera la mitad para nosotros, 40.000 euros, y ahora quieren que cada trabajador aporte la parte de la Seguridad Social, algo que creemos que corresponde a la empresa”. También hay cierto malestar en el comité de empresa por “la falta en las nóminas de los trabajadores de varios conceptos salariales que están recogidos en el convenio, como pluses los días de permisos retribuidos, kilometrajes y dietas las jornadas de formación obligatoria y horas extras impagadas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario