La división de seguridad de Clece ha inaugurado un centro de control que ofrece mayor protección a los vigilantes y mejora los servicios prestados.
Para las empresas de seguridad privada, la tecnología es una herramienta imprescindible ya que nos permite vigilar y supervisar espacios en remoto con el fin de actuar rápidamente ante una emergencia. Esto se hace habitualmente a través de una central receptora de alarmas (CRA), desde la cual se gestionan las señales de alarma generadas ante una incidencia. Hace unos meses, la división de seguridad de Clece inauguró un centro de control, un nuevo espacio de vigilancia en remoto que ha permitido ampliar y mejorar los servicios de seguridad ofrecidos por la empresa y que complementa las prestaciones de la CRA.
“El objetivo del centro de control es aportar la máxima calidad a los servicios prestados a nuestros clientes, facilitándoles un canal 24h para incidencias garantizando un respaldo personalizado y adaptado a sus necesidades. A la vez estamos reforzando el apoyo constante a nuestro personal de seguridad que en ocasiones ha de prestar servicio en solitario”, explica David Donate, jefe de Vigilancia nacional de Clece Seguridad. Otra de las funciones fundamentales es la supervisión continua de los vigilantes para que, en caso de que haya una emergencia, se les pueda prestar ayuda inmediata.
Clece Seguridad atesora una dilatada experiencia en este área. En sus diez años de vida la empresa se ha posicionado entre las 10 principales empresas del sector a nivel nacional, un estatus que busca mantener a través de la excelencia continua de sus servicios a través de la tecnología. “El centro de control era un requerimiento que teníamos a nivel interno para mejorar por una parte la cartera de prestaciones hacia nuestros clientes, y por otra proporcionar a nuestro personal de seguridad un extra de protección”, cuenta Juan Pinilla, jefe de Seguridad de Clece Seguridad. El centro de control pretende resolver de modo inmediato y efectivo cualquier incidencia que pueda surgir durante los servicios de vigilancia, las 24 horas del día los 365 días del año.
Nuevos servicios tecnológicos La característica más diferencial del nuevo centro de control de Clece Seguridad es la proactividad de este. Al contrario que en las CRA, que solo pueden actuar cuando reciben una alarma específica el centro de control puede actuar ante peticiones realizadas por los clientes o por sus propios vigilantes. Se puede contactar con el centro de control, a cualquier hora, cualquier día del año para, por ejemplo, abrir en remoto la puerta de unas instalaciones, hacer un seguimiento de las personas que hayan entrado a través de las cámaras de seguridad o detectar cualquier incidencia que pueda alterar el perfecto funcionamiento del el servicio: “Aprovechando la tecnología que tenemos, podemos prestar servicios de televigilancia, telerrondas, y la respuesta inmediata ante las incidencias que pueda tener un vigilante”, aclara Juan Pinilla.
El centro de control realiza una labor complementaria a la CRA pero totalmente independiente. “Se puede hacer seguimiento de la actividad de los vigilantes, intermediación con los clientes, y estamos preparados para realizar muchísimas más funciones como rondas perimetrales por circuitos cerrados de televisión, apertura de puertas a distancia, control de acceso por cámaras…”, enumera David Donate. Y añadido a esto, el cliente siempre tiene abierta una vía de comunicación con la empresa.
A nivel tecnológico ha sido un gran reto, afirman desde Clece Seguridad, pero otorga a la empresa un gran valor diferencial en el mercado, contando con herramientas de última tecnología para realizar labores de vigilancia. Juan Pinilla resalta también un proyecto “innovador que están implantando, en el cual ha estado implicado nuestro departamento de I+D+i , el cual consiste en un sistema de geolocalización que en tiempo real nos va a dar, por un lado un seguimiento de las rondas preestablecidas en el servicio y por otro reflejará cualquier incidencia en recorrido o posición, que pueda alertar al centro de control sobre una posible actuación de los equipos de seguridad que requiera el apoyo de ayudas exteriores. Todo esto con el fin de garantizar la seguridad tanto de las instalaciones como de nuestro personal”, explica el jefe de Seguridad.
Mayor tranquilidad para los vigilantes El centro de control “para nosotros es un gran punto de apoyo, pues se han habilitado canales de comunicación exclusivos para que nuestro personal tenga acceso directo”, afirma David Donate. Por ejemplo, si un vigilante ante cualquier incidencia o posible intrusión se dispone a hacer una ronda de verificación, “puede comunicarse con el centro de control y solicitar un seguimiento por cámaras durante toda la ronda. Esto para un vigilante que se encuentra prestando servicio en solitario es un valor añadido para su seguridad”, concluye Juan Pinilla.
Esta solicitud de apoyo, además, libera a los mandos intermedios del trabajo extra que pueden suponer las ‘falsas alarmas’. “Ahora lo soluciona el centro de control visionando de manera inmediata la instalación y tomando las medidas de protección e intervención adecuadas”, declara David Donate. “Aportando seguridad a nuestros vigilantes que se sientan acompañados y en cualquier momento puedan reportar incidencias al centro de control”, comenta el jefe de Vigilancia de Clece Seguridad. La empresa, que siempre se ha centrado en las personas, pone la seguridad de sus trabajadores como su prioridad.
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