Intentos de agresiones físicas, agresiones verbales, desplantes, amenazas, apedreamientos...tensión diario en el Centro de Inmigrantes.
La situación de crisis sanitaria que nos afecta a todos, ha supuesto en la práctica una reducción considerable en las salidas de los residentes del CETI hacia la Península, un hecho que está generando una frustración generalizada entre los residentes.
Esta frustración, se materializa en una tensión diaria importante, que deriva en intentos de agresiones físicas, agresiones verbales, desplantes, amenazas, apedreamientos, etc. Se ha convertido en una situación habitual que parte de los residentes vuelvan a centro con signos de embriaguez y que provoquen incidentes a diario. Los vigilantes de seguridad que estamos destinados en el C.E.T.I., venimos sufriendo esta situación desde hace tiempo.
Cada vez que se producen, lo ponemos en conocimiento de la Dirección del C.E.T.I. la incidencia producida, y aunque se han tomado decisiones disciplinarias no han servido para reducir la tensión, ni para rebajar los incidentes y su gravedad. El personal de seguridad que prestamos el servicio, trabajamos conforme a instrucciones que recibimos de la Dirección del C.E.T.I., y de la propia empresa concesionaria del Servicio, sin que en ningún momento, impongamos protocolos de actuación y rutinas propias, sino las diseñadas por nuestros superiores y estamos en una situación de absoluta desprotección y también con una falta de respaldo, no siendo estas las mejores condiciones para poder desarrollar nuestra misión.
Desde esta nota queremos hacer pública la situación que vivimos para general conocimiento de todos los ciudadanos y alzar la voz ante todos los responsables de la Administración, para que adopten las medidas necesarias, que protejan nuestro trabajo y nuestra integridad física.
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