El alcalde reclama cambios legales para castigar con más dureza los ladrones reincidentes y las “ocupaciones delictivas”
El Ayuntamiento de Mataró (Maresme) quiere aumentar la presión policial para combatir los problemas de delincuencia surgidos en las últimas semanas con un repunte de los robos violentos y la ocupación de viviendas que han generado problemas de convivencia.
Aunque asegura que se trata de medidas ya previstas, el mes de agosto se prevé la incorporación de una docena de agentes a la Policía Local, que cubrirán plazas que habían quedado vacantes. También se reanudará la contratación de seguridad privada -tramitación paralizada durante el estado de alarma- para vigilar el edificio consistorial y liberar de este trabajo a seis agentes. Finalmente, se reactivará la instalación de cámaras de seguridad para que puedan entrar en funcionamiento este 2020.
”Delinquir no puede salir gratis y hay que seguir aumentando la presión policial”, ha asegurado el alcalde de Mataró, David Bote. Además, de la tarea policial, asegura el alcalde, hay que insistir también en el “camino político” para modificar las leyes que sean oportunas para combatir este fenómeno. En este sentido, Bote apunta a la modificación de código penal para “tipificar la reincidencia como agravante” como una de las posibles soluciones ante la proliferación de la pequeña delincuencia. También afirma que hay que buscar “la manera legal de abordar las ocupaciones delictivas que generan problemas de convivencia y seguridad”.
En el caso de Mataró, el fenómeno de las ocupaciones es una de las principales preocupaciones post-Covid de la policía. En las últimas semanas se han hecho varias actuaciones policiales en viviendas ocupadas y se está trabajando para intentar clausurar un edificio de la Sareb totalmente ocupado en el barrio de Cerdanyola de Mataró. De hecho, en las próximas semanas están previstas dos manifestaciones en el barrio para denunciar los problemas de convivencia y seguridad que genera este edificio. El domingo los vecinos saldrán a la calle convocados por la asociación de vecinos y la semana siguiente, domingo 19, la convocatoria la hacen las autodenominadas ‘patrullas vecinales’.
Ante la movilización ciudadana, Bote ha hecho un llamamiento a la calma y asegura que los “esfuerzos” de los diferentes cuerpos policiales están dando resultados y asegura, sin concretarlos, que los índices delictivos van a la baja en los últimos días: “El repunte ha mejorado, pero aún desde la provisionalidad de los datos “. Y es que los datos delincuenciales posteriores al levantamiento del estado de alarma aún no están cerrados. Antes de eso los cuerpos policiales ya reconocen un repunte de la delincuencia en la ciudad, especialmente en cuanto a los robos. Se trata de una tendencia que no es nueva, ya que estos indicadores ya existían antes de la pandemia.
Según datos de Mossos, durante el primer trimestre del año, respecto al mismo período del año anterior, el número de hurtos, robos con fuerza y robos con violencia ha pasado de 1.060 a 1.173, un 10,7 % más. El número de ocupaciones también había aumentado ya antes de la crisis sanitaria. De 33 a 45 (+ 36,5%) durante los primeros tres meses del año.
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