Inteligencia artificial, 'machine learning' o el reconocimiento facial serán habituales en los espacios de trabajo para garantizar las medidas de seguridad sanitarias
Todo parece indicar que acabaremos teletrabajando más tiempo del que en principio esperábamos, pero también que, antes o después, todos volveremos a nuestros centros de trabajo habituales. La pregunta entonces será evidente: ¿estará nuestra oficina lista para evitar contagios, facilitar la distancia física y, en definitiva, evitar que pueda haber un nuevo rebrote del covid-19 en nuestro país? Cualquier escenario es posible, pero hay formas de reducir el riesgo para que nuestros centros de trabajo sean mucho más seguros. Es aquí donde la tecnología juega y jugará un papel fundamental para crear espacios de confianza en el trabajo.
1.- Reconocimiento facial y visión artificial Muchos trabajadores están acostumbrados a entrar a su puesto de trabajo mediante una tarjeta de acceso. Otros, incluso, poniendo su dedo sobre un aparato para que este reconozca su huella dactilar. Pero estas medidas tradicionales, pese a ser innovadoras en su momento, tiene un problema: suponen un contacto físico que a día de hoy debería poder evitarse. Tanto el reconocimiento facial como la visión artificial facilitarán esta tarea ya que ambas ayudarán a las empresas a identificar a sus empleados, incluso si estos llevan puesta una mascarilla. Esta tecnología permitirá identificar al trabajador que llega y abrirle las puertas sin necesidad de que este toque nada.
2.- Termografía Otro de los temores pasa por que un empleado acuda a trabajar con una afección leve de salud. En esta época será más difícil, pero en cuanto llegue el otoño y las temperaturas cambien no lo será tanto. En plena época de gripes, la falta de síntomas evidentes e inequívocos puede ser una puerta de entrada demasiado sencilla para el covid-19. En este sentido, las cámaras termográficas colocadas en los accesos a las oficinas (o incluso dentro de las mismas) ayudarán a que los empleados puedan conocer su temperatura corporal al entrar su sede. Este procedimiento debe adecuarse al espacio en el que se realiza. Se puede llevar a cabo individualmente, con dispositivos portátiles o en grupos de varias personas a la vez con dispositivos fijos. De este modo, ante la más mínima sospecha de tener unas décimas de fiebre, se podrá evitar el ingreso en el recinto.
3.- Sistemas de vigilancia con inteligencia artificial Parece evidente que los accesos a los centros de trabajo estarán suficientemente asegurados, pero ¿qué pasará dentro de las oficinas? ¿Se podrá cumplir las medidas de distanciamiento físico? ¿Podremos comprobar los movimientos que hacemos dentro de la oficina para que, si nos contagiamos, se pueda saber si hemos podido perjudicar a un compañero? Los nuevos sistemas de videovigilancia, que combinan inteligencia artificial con técnicas de 'deep learning', permiten alertar ante posibles aglomeraciones e incumplimientos del distanciamiento social. Estos sistemas podrán complementarse con aplicaciones móviles que van a ayudar en el mantenimiento de la distancia social y el seguimiento de los posibles casos sospechosos. Además, las cámaras dotadas con IA también contribuirán en la detección del uso de mascarillas y otros equipos de protección individual, si su uso es obligatorio en el espacio vigilado.
Soluciones para pymes y grandes empresas Estas son tecnologías maduras que ahora se incorporan al día a día de las empresas. "Jugarán un papel fundamentalmente preventivo", asegura Manuel Rodríguez, director general de tecnología de Prosegur Seguridad, una de las compañías que ya ha puesto a disposición de sus clientes estas soluciones. "El vigilante va a contar con estas tecnologías disponibles –que no son un fin, sino un medio– para crear espacios de confianza en las oficinas de los clientes y así los trabajadores desarrollen su actividad diaria en las mayores condiciones de seguridad posibles".
El vigilante de seguridad tendrá a su disposición, por ejemplo, las cámaras cenitales que, a la entrada de la oficina, controlarán el acceso de los empleados recurriendo a herramientas como el reconocimiento facial. Sus desarrollos permiten que, en menos de un segundo, el motor de búsqueda reconozca hasta un máximo de 30.000 caras almacenadas previamente en un perímetro ajustable de entre 50 centímetros y 2 metros de distancia. Además, si la empresa ha determinado que cada trabajador debe llevar mascarilla y uno no la lleva, se podrán activar los protocolos de actuación previamente establecidos.
Una vez dentro del centro de trabajo, la empresa también podrá controlar la distancia física que debe mantenerse entre las personas. "Contamos con una solución que permite controlar la distancia más allá de las señalizaciones". Además, cada control será monitorizado y reforzado durante la jornada: "Las condiciones de la persona que accede pueden cambiar durante el día. Para ello, otro aspecto a considerar es incorporar el uso de 'wearables' que miden la temperatura corporal de una persona en tiempo real: si esta temperatura cambia, se determinará a qué zonas puede acceder y a cuáles no", añade Rodríguez.
Todos estos servicios y productos 'covid free' también son adaptables y escalables a entornos más grandes. Es decir, independientemente de la capacidad de aforo, las soluciones certificarán en todo momento el cumplimiento de las medidas de seguridad. Además, la activación de los protocolos establecidos por cada compañía se puede llevar a cabo tanto por los vigilantes 'in situ' o desde el propio centro de control de Prosegur.
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