Un juzgado de Bilbao ha condenado a la empresa de seguridad Garda, la mercantil contratada por el Gobierno Vasco para prestar el servicio de protección a mujeres maltratadas en Bizkaia, por el acoso laboral al que sometió a uno de sus escoltas durante casi tres años.
El magistrado, que ha fijado una indemnización de 25.000 euros por daños morales, considera probado que los responsables de la compañía en Bilbao llevaron a cabo una labor de «hostigamiento constante» contra su persona para «aislarle» y «desacreditarle frente a terceros». El fallo, notificado el pasado 23 de septiembre, destaca incluso que una mujer protegida tuvo que «desmentir el rumor que corría por los mandos de que el actor mantenía relaciones sentimentales con ella». Un bulo que, unido a la situación que venía soportando, le generó «un grave» daño psicológico, así como una clínica «ansioso-depresiva» durante un largo periodo de tiempo. «Aún estoy sufriendo un calvario», asegura el guardaespaldas a este medio.
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