La jueza del juzgado mercantil exige a los bancos que sigan dando liquidez a Ombuds, al considerar que con sus actitudes empujaron a la empresa al concurso de acreedores.
La justicia señala con el dedo al ‘pool bancario’ que firmó el contrato de financiación con la empresa de seguridad privada Ombuds en 2017 y los hace responsables del concurso de acreedores declarado por la compañía a finales de julio. Según una providencia y un auto del juzgado de lo mercantil número 13 de Madrid a los que ha tenido acceso OKDIARIO, la jueza ha requerido a Banco Santander "a cumplir de forma inmediata sus obligaciones contractuales derivadas de la línea de factoring suscrita con Ombuds el 23 de junio de 2017".
El concurso de acreedores de Ombuds es uno de los mayores que hay actualmente en España ya que afecta a una empresa con unos 6.000 empleados y que antes del concurso facturaba cerca de 200 millones de euros. De esta forma, la justicia establece que Santander rescindió unilateralmente un contrato que estaba en vigor ya que había sido renovado de forma automática, y amenaza al banco con sanciones si no cumple. Los bancos cometieron un defecto de forma y su comunicación de que rescindían el factoring no fue válida
En realidad no fue Santander quien lo hizo sino Bankia, otro de los bancos del pool, que por no ser el banco agente (único legitimado para actuar en nombre de todo el pool) no tenía la potestad para hacerlo. De esta forma, los bancos cometieron un defecto de forma y su comunicación de que rescindían el factoring no fue válida. Según el juez, Bankia, Santander y el resto de bancos "abocaron a Ombuds al colapso financiero al no poder disponer de efectivo y no poder atender a sus obligaciones exigibles frente a los trabajadores, Hacienda y la Seguridad Social, lo que motivó la solicitud de concurso". En cualquier caso, las sanciones a Santander no se producirán ya que, a continuación de recibir la providencia, el banco de Ana Botín volvió a dar liquidez a Ombuds a través de su acuerdo de factoring, si bien el concurso de acreedores de la empresa ya se había producido.
El factoring es un producto financiero mediante el cual el banco anticipa el pago de las facturas que no cobra la empresa (en este caso Ombuds, que cobra hasta en 180 días) y así permite a la empresa disponer de liquidez para sus necesidades a corto plazo, como puedan ser nóminas o pagar a proveedores. De este modo, en caso de producirse un impago el que tiene el problema al no cobrar es el propio banco y no la compañía.
Santander recurre Esta providencia de la jueza fue recurrida por los abogados de Banco Santander, provocando un auto de 18 de octubre que es más duro, si cabe, con la entidad bancaria y apoya al administrador concursal y la posición mantenida por el anterior presidente de Ombuds, Rodrigo Cortina. De este modo, la justicia tiene claro que han sido los bancos los que empujaron al concurso de acreedores a Ombuds aunque este hecho tiene poca solución actualmente. Tal y como informó este periódico hace dos semanas, antes de principios de diciembre se vislumbrará el futuro de la compañía con su venta completa a un inversor o su liquidación. Fuentes oficiales de Banco Santander se limitan a acatar la decisión judicial.
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