El Real Madrid ha decidido poner seguridad privada en las residencias particulares de una docena de jugadores. Prosegur ha mejorado las condiciones de los vigilantes tras las quejas iniciales
El Real Madrid ha decidido poner seguridad privada en las residencias particulares de una docena de jugadores de la primera plantilla, tras la oleada de robos sufridos por algunos de ellos. La seguridad corre a cargo de Prosegur, que ya vigila algunas de las instalaciones del club blanco. Tras las quejas del sindicato UGT, que lanzó un comunicado denunciando que los vigilantes destinados en las casas de los jugadores trabajan en condiciones muy precarias, la compañía ha ido adecuando "los espacios de trabajo", es decir, las viviendas protegidas, "a los estándares en materia de prevención de riesgos laborales".
Prosegur ya ha instalado baños químicos y garitas para que los vigilantes puedan trabajar en condiciones aceptables, explica un portavoz de la empresa, ya que en un principio lo que primó fue la urgencia "en la implantación de los servicios de vigilancia". El Real Madrid pidió de un día para otro a Prosegur que reforzara la seguridad en algunos domicilios de sus futbolistas, tras los robos sufridos por Casemiro (en septiembre), Lucas Vázquez, Isco Alarcón, el entrenador Zinédine Zidane (estos tres en el mes de junio) o el delantero Karim Benzema (en febrero pasado). Sin olvidar que la residencia del extécnico Santiago Solari sufrió un intento de robo hace pocos días.
Casemiro fue la gota que colmó el vaso. Tras la petición del Real Madrid, Prosegur ha destinado dotaciones en las casas de una docena de jugadores (no está protegida toda la plantilla), de los que la mayoría vive en el norte de Madrid. Sergio Ramos, Marcelo, Luka Modric, Benzema, Varane e Isco residen por ejemplo en la urbanización de lujo La Moraleja, en Alcobendas, donde se han focalizado muchos de estos servicios de protección. Unos servicios que, por ejemplo, Prosegur no presta en otra de las zonas selectas de Madrid, La Finca, de Pozuelo de Alarcón, donde ahora residen Gareth Bale, Eden Hazard, James Rodríguez y Toni Kroos. La Finca tiene su propio servicio de seguridad, en manos de otras dos empresas.
La urgencia de los trabajos propició la quejas de algunos de los vigilantes, que denunciaron al sindicato que tenían que orinar en latas o botellas, ya que aunque protegían la casa desde dentro de la propiedad no podían acceder a la residencia, es decir, a un baño. Tampoco disponían de agua potable ni de una zona de resguardo. Los servicios se prestan las 24 horas del día por vigilantes que trabajan a turnos. A veces los vigilantes trabajan solos o en pareja. UGT ha denunciado los hechos ante el Instituto Regional de Seguridad y Salud en el Trabajo, "ya que antes de montar un servicio así la empresa tiene que analizar las condiciones en las que los trabajadores desempeñan su tarea de seguridad", explica Ángel García, de UGT.
UGT ha comunicado a la inspección la dirección de los domicilios afectados para que analice las condiciones laborales de los vigilantes. Prosegur asegura que ya hace días que ha adecuado los espacios de trabajo con baños químicos y garitas. "Para Prosegur, la figura del vigilante de seguridad es esencial. Profesionales que demuestran cada día un inquebrantable compromiso con la protección y el bienestar de las personas. Por ello, la compañía trabaja para garantizar que este colectivo profesional opera en entornos adecuados y cuenta con los recursos necesarios para desarrollar su trabajo de forma segura", señala un portavoz de la compañía. De momento, la protección de los jugadores va a seguir 'sine die'. En la acera de enfrente, en el Atlético de Madrid, de momento no se ha tomado una decisión similar, explican desde el club rojiblanco. Y eso que algunos de los jugadores de la primera plantilla también han sufrido robos. La casa de Thomas Party fue asaltada hace unas semanas, dos veces en apenas cinco días. También la de Álvaro Morata fue víctima de los ladrones. Los asaltantes, armados, entraron en el chalé del delantero cuando su mujer y sus dos hijos estaban dentro.
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