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Los habitantes piden autorización para instalar cámaras de seguridad y vallar una zona del residencial
El último de los sucesos ocurrió el pasado domingo, cuando un grupo de jóvenes trataba de escalar la pared de un chalé. Entre vecinos y el vigilante de seguridad consiguieron desbaratar el intento de robo, aunque los malhechores escaparon. Sin embargo, el 16 de noviembre, una presunta estafadora no tuvo la misma suerte, ya que fue pillada por los vigilantes de seguridad, que persiguieron el vehículo en el que viajaba tras timar a la cajera de un comercio de la avenida Venecia. El vigilante tuvo que retener a los ocupantes del vehículo durante 40 minutos, el tiempo que tardó la policía en llegar. Ese mismo día, otros ladrones intentaron, sin éxito, forzar la cerradura de una vivienda de planta baja, y desvalijaron otra casa.
Un mes llevan haciendo 'su agosto' los amigos de lo ajeno en el polígono residencial cartagenero de Santa Ana. Timadores y ladrones están desvalijando los comercios y viviendas de la urbanización ante la «falta de presencia policial», denuncian los vecinos. Por eso, la Entidad de Conservación de este lugar ha reclamado a la Delegación del Gobierno y al Ayuntamiento de Cartagena que desplieguen un refuerzo policial en la zona, pese a que el polígono cuenta con vigilantes privados de seguridad. También han reclamado autorización para instalar cámaras de seguridad y vallar parte del perímetro de la urbanización.
El residencial ha sido en el último mes escenario de robos, timos y hasta persecuciones a toda velocidad. No obstante, la Entidad de Conservación asegura que aún no han recibido respuesta alguna de las Administraciones, por lo que siguen sintiéndose «desprotegidos». Reclaman que, tanto la Policía Local como la Guardia Civil, patrulle la zona con más asiduidad y que estén cerca por si pasa algo. Asimismo, el 12 de noviembre los 'cacos' forzaron la ventana de una panadería para llevarse el cajón de la caja registradora. Esa misma noche, también entraron a robar en la iglesia del polígono, de la que se llevaron el dinero de la lotería que el párroco guardaba en la sacristía. Además, hace un mes, fueron forzadas durante el fin de semana tres cajas fuertes en una empresa del polígono.
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