El sindicato Profesional de Vigilantes SPV denuncia una nueva agresión a un agente de seguridad privada producida en el día de ayer en el hospital Juan -Ramón Jiménez de Huelva
El trabajador ha tenido que ser atendido en el mismo centro hospitalario de diversas lesiones producidas por la agresión por parte de un enfermo. Los hechos se se desencadenaron cuando el vigilante de seguridad le indicó a un familiar que abandonada una sala reservada para exclusivamente para pacientes en observación, reaccionando el enfermo de forma violenta y agresiva contra el vigilante, que tuvo que recibir atención sanitaria por la rotura de labios y otras contusiones en diversas partes del cuerpo. El suceso levantó tal revuelo en la sala que se vivieron unos momentos de pánico por la contundencia que el enfermo empleó contra el vigilante, con la consiguiente preocupación de los presentes por su integridad física. La presencia policial en el lugar de los hechos acabó por apaciguar los ánimos.
SPV viene observando con gran preocupación que escenas como la vivida en este hospital se están convirtiendo en una rutina casi diaria, donde los profesionales de la seguridad privada vienen sufriendo constantes agresiones en el ejercicio de sus funciones, en las distintas áreas de actuación, ya sean centros hospitalarios de atención primaria o urgencias, red de transportes públicos, centros penitenciarios o de menores, eventos públicos de grandes aglomeraciones, centros comerciales y grandes superficies etc.
El sindicato de vigilantes quiere poner el acento sobre la precariedad con la que tienen que hacer frente los agentes de la seguridad privada a situaciones de riesgo y peligrosidad, con una notoria falta de personal, de medios y de protección jurídica. La ley 5/2014 de Seguridad Privada dejó sin resolver una de las demandas más solicitadas por los profesionales del sector: dotarlos de una protección clara y eficaz que los ampare ante los riesgos a los que se tienen que enfrentar a diario, a través de condición de agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
A la espera de la inminente publicación del Reglamento que desarrolle la ley de Seguridad Privada, SPV cree que se está perdiendo una buena oportunidad para avanzar en seguridad y la protección de los más de 80.000 trabajadores que operan en el sector. "Observamos que la tendencia en las nuevas leyes que se están aprobando es la de darles las máximas facilidades a las empresas para que el sector siga creciendo, pero dejando en un segundo término el dotar la legislación de las garantías suficientes para salvaguardar la seguridad de los componen la pieza fundamental de este negocio: el vigilante de seguridad".
SPV denuncia la situación por la que pasan muchos vigilantes de seguridad en España, expuestos peligrosamente a las agresiones, sin los medios ni las garantías adecuadas, un fenómeno que han venido a denominar "la inseguridad de la seguridad". "Somos mano de obra barata que cumple a la perfección el hueco que deja sin cubrir la seguridad pública, auténticos profesionales que cumplen eficientemente sus funciones, trabajando y colaborando codo con codo con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, pero con una total desprotección e inseguridad que nadie quiere atajar". Mientras tanto episodios como los del vigilante de seguridad agredido en el hospital de Huelva y tantos otros que se suceden día a día, seguirán produciéndose, como gota que cae en el vaso, con una normalidad que espanta, hasta que la gota rebose del vaso.
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