Cabe recordar que España se encuentra en fase de alerta 4 y que la seguridad debería ser mayor en este tipo de lugares
Los nervios están a flor de piel; desde el pasado verano la situación social y política española no hace más que complicarse: un atentado terrorista en Barcelona, un intento en Cambrils, y los últimos acontecimientos con el independentismo catalán han dejado a la población muy inquieta y a merced de un profundo sentimiento de incertidumbre.
La cosa se complica aún más después de que circulen imágenes como la que os mostramos: en la fotografía, publicada en Twitter, se ve a un hombre llevando lo que parece una escopeta. El hombre se encuentra subiendo tranquilamente las escaleras mecánicas del metro de Madrid y, si bien el arma no se ve, puede intuirse a través de la funda que, frecuentemente, se utiliza para transportarlas. La imagen ha causado mucha incomodidad y son muchos los que se preguntan cómo es posible después de cómo está todo y en medio de un preocupante estado de alerta 4.
El estado de alerta 4 es uno de los más restrictivos y preocupantes. Cabe destacar, como informábamos hace algunos meses, que el estado de alerta 4 consiste en:
— Aumento de la presencia policial.
— Los cuerpos policiales están mejor armados, pueden portar armas tácticas como escopetas o subfusiles e, incluso, blindajes. Las patrullas son más numerosas.
— Edificios clave, tales como hospitales, escuelas, estaciones, monumentos, edificios políticos y, eventualmente, algunas personalidades políticas tienen mayor vigilancia.
— Registros e investigaciones sobre potenciales sospechosos más intensas.
— Alerta y difusión ciudadana.
En estas condiciones los ciudadanos esperarían que, teniendo en cuenta que el metro de Madrid es una de las infraestructuras más concurridas, importantes y críticas de la capital, también fuese una de las más vigiladas. Cosa que, aunque debería cumplirse, parece haberse puesto en evidencia con este suceso.
Podrían haber excepciones Lo cierto es que los hechos dejan muchas preguntas abiertas y los responsables de la estación aún no han comentado al respecto, pero de confirmarse podría ser una de las fallas de seguridad más graves y peligrosas vistas en mucho tiempo. Cabe destacar, sin embargo, que en la imagen no se aprecia el arma con nitidez y si bien los agentes de seguridad no deberían correr el riesgo y deberían comprobarlo, podría ser que no se tratase de un arma en realidad.
Por otro lado, aun siéndolo, podrían existir ciertas excepcionalidades no solo para la tenencia si no para portar este tipo de armamento en público. Una de las opciones podría ser que el arma sea en realidad material deportivo, así, como herramienta para desempeñar prácticas de tiro al plato, tiro deportivo o cualquier otra modalidad lúdico-deportiva, podrían concederse permisos que permitan su movilidad. Cabe destacar que este tipo de armas no son armas al uso y aunque pueden hacer mucho daño, suelen adaptarse a las necesidades de la competición y suelen transportarse descargadas. También pueden llevarse en casos excepcionales si el portador cuenta con la licencia B de armas, extremadamente difícil de conseguir, y que acredita una necesidad imperiosa de estar armado con fines defensivos.
En este caso, sin embargo, la licencia se restringe a armamento de corto alcance y pequeño calibre como pistolas o revólveres. Sea como sea, lo cierto es que, como se comentaba previamente, este tipo de avistamientos deben comprobarse por las fuerzas de seguridad ya que, de no hacerlo, podrían llegar a desembocar en un tiroteo.
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