El sector vigila 2.200 puntos en toda la provincia y la Guardia Civil y la Policía Nacional alaban su función
El papel que desempeñan es esencial en el cierre del círculo de la seguridad ciudadana por más que su protagonismo no sea siempre el que merecen: los agentes de la seguridad privada y las empresas del sector celebraron ayer su día en el Rectorado de Córdoba junto al subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, y mandos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil.
El encargado de conducir el acto fue el vocal en la Comisión Nacional de Coordinación de la Seguridad del Ministerio del Interior, Francisco Muñoz Usano, que desempeña ese puesto como experto nombrado por el Ministerio y que además es el presidente de la Sociedad Española de Estudios Jurídicos de Seguridad. «Los miembros de la seguridad privada son colaboradores según la ley de los cuerpos policiales: son pares de ojos y de oídos que están preparados en delitos específicos y que tienen unos canales especiales para comunicarse con la Policía o la Guardia Civil, además de contar con un reciclaje obligatorio anual, algo que es muy útil para estar al día», dijo antes de que 93 agentes recibieran distinciones del Gobierno.Algunos de los agentes reconocidos en el acto de este martes
A derecha e izquierda de Muñoz Usano en el salón de actos de la sede universitaria de la avenida de Medina Azahara se sentaban el teniente Damián Orca, jefe del servicio de Información de la Guardia Civil; y el inspector jefe de la Unidad de Seguridad Privada de la Policía Nacional, Manuel Renco, ambos con un trato muy estrecho con los agentes de la seguridad privada que operan en Córdoba y que ascienden a 876 repartidos en cuarenta empresas y que vigilan unos 2.200 puntos en toda la provincia entre empresas e instituciones.
Antes de que los dos ponentes dieran su punto de vista acerca de la coordinación entre los cuerpos de Seguridad del Estado y la vigilancia privada tomó la palabra Juan José Primo Jurado, que destacó que la labor de los protagonistas de la jornada es fundamental para «sectores tan estratégicos para nuestra provincia como la joyería y las infraestructuras críticas tienen una dependencia muy elevada de la seguridad privada».
Intrusismo profesional El máximo representante del Ejecutivo central en la provincia destacó que los vigilantes jurado son determinantes enla seguridad de «las explotaciones agrícolas, entidades bancarias, farmacias, administraciones de lotería y establecimientos dedicados al juego, la hostelería, los locales de ocio nocturno y los monumentos visitados por el turismo». La Subdelegación reúne periódicamente a una comisión de seguridad privada que coordina acciones y busca soluciones a los problemas del sector, entre los que sobresale el instrusismo profesional, según Primo Jurado.
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