Oficinas del INSS restringen la entrada de usuarios por el coronavirus en Zaragoza
El acceso se regula a la puerta de las instalaciones para evitar aglomeraciones en el interior y se recomienda acudir solo con un acompañante y sin niños.
Las medidas preventivas para evitar el contagio por coronavirus se han hecho este jueves muy visibles en algunas oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social de Zaragoza. Es el caso de la que abre sus puertas en el número 1 de la calle de Joaquín Costa, en pleno corazón de la capital aragonesa. Al mediodía una funcionaria colgaba un cartel sobre las medidas adoptadas para, siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, evitar aglomeraciones en el interior de las dependencias: el acceso se regula por el vigilante de seguridad, se llevará a cabo con una antelación máxima de 10 minutos a la hora de la cita, solo se permite un acompañante por persona atendida y se recomienda no acceder con niños.
A las 9.00 una trabajadora de la oficina ya explicaba a la puerta cómo se iba a ordenar por primer día la entrada de las personas que esperaban en la calle. Los que acudían a coger una cita previa de las que quedaban todavía libres iban entrando de uno en uno y de forma espaciada para no hacer la acostumbrada fila en el interior. A los que ya tenían hora se les indicaba que no podían aguardar su turno dentro de las dependencias y que irían accediendo poco a poco. "La mayoría de la gente está acogiendo bien las medidas porque entiende la situación, solo ha habido alguna persona que no se lo ha tomado muy bien", comentaba la trabajadora que salía a la puerta con la lista de las citas previas en la mano. A quien no disponía de ella le informaba sobre cómo podía gestionarla a través de internet.
Borja López, un padre zaragozano de tres hijos de 35 años, había acudido a la oficina para una baja por paternidad por su último pequeño de cuatro meses. "Me parece muy correcta esta forma de actuar, porque hay que empezar a concienciar a las personas de que hay un problema de salud y que todos tenemos que hacer frente a él con responsabilidad", opinaba. Comentaba que no tenía un especial temor al covid-19, pero que estaba "muy concienciado" con esta crisis por una amiga que reside cerca de Milán y que en tres semanas "ha pasado de una gran tranquilidad a entrar solo de diez en diez en los supermercados". De hecho, al mayor de sus hijos, el único escolarizado, no lo ha llevado ya al colegio este jueves. "Lo que esté en nuestras manos para evitar el contagio lo tenemos que hacer. Si todos somos responsables, seguimos las instrucciones de las autoridades sanitarias y tomamos medidas, estoy convencido de que lo vamos a superar en las mejores condiciones posibles", concluía.
Estas restricciones no eran tan evidentes en otras oficinas del INSS de Zaragoza o la Comunidad. En otras algunos trabajadores habían colocado por iniciativa personal un cartel en su mesa de trabajo en el que pedían al público que mantuviera la distancia de seguridad. Desde la Delegación del Gobierno en Aragón indican que estas medidas se corresponden con las establecidas por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública para los servicios de atención al público en los centros de trabajo dependientes de la Administración General del Estado. Aunque se prioriza la atención telefónica y telemática, también se contempla que en el caso de atención presencial se establecerán, si fuese necesario, los turnos imprescindibles para garantizar la prestación del servicio. Otro cambio de hábitos por el covid-19 también se ha dejado sentir en la propia sede de la Delegación del Gobierno en Aragón en la capital aragonesa. Las personas que acuden a llevar a cabo alguna gestión en estas dependencias ya no esperan sentadas en una sala, como ocurría antes, sino que permanecen de pie en fila.
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