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19 de marzo de 2020

Hipercor, Colonial, Indra, Aqualia y Prosegur, los bastiones de la deuda contra el coronavirus

Todas las emisiones realizadas en 2020 antes de la pandemia están en pérdidas.

La tempestad del coronavirus ha barrido el mercado de deuda con menos intensidad que el bursátil, pero los daños son cuantiosos. Todas las emisiones realizadas en enero y febrero de este año están en números rojos y los híbridos empresariales muestran los daños de la tormenta. Sin embargo, cinco empresas permanecen en pie, con todos sus bonos en positivo: Hipercor, Colonial, Indra, Aqualia y Prosegur.

Una cadena de hipermercados, una inmobiliaria, una tecnológica, una empresa de servicios de agua y otra de seguridad son las cinco compañías no financieras, entre las grandes españolas que tienen bonos con cierta liquidez, que no han probado las pérdidas en sus emisiones durante las ventas masivas provocadas por el coronavirus. La salud financiera de unas y la resistencia frente a la crisis sanitaria de los sectores a los que pertenecen en los otros casos han servido de escudo de protección.

La inmobiliaria Colonial es la que mejor parada está saliendo: sus bonos cotizan con cierta holgura por encima de su valor nominal. Eso no quiere decir que no haya sufrido, pero la caída media de sus bonos desde que empezó la crisis ronda el 4%, muy por debajo de otras compañías. La bajada del bono de Prosegur es incluso inferior. De hecho, casi ni se ha inmutado con la pandemia, pero la empresa de seguridad solo tiene una emisión en el mercado por 700 millones de euros, mientras que Colonial tiene 2.600 millones.

Hipercor también es titular de una única emisión, pero el grupo al que pertenece tiene otra más en el mercado. Y mientras que el bono de El Corte Inglés cotiza por debajo del 90% del valor nominal del 100% al que fue vendido tras caer cerca de un 20% por el impacto de la enfermedad sobre el comercio minorista, la cadena de hipermercados ha cedido menos de un 4% y sigue valiendo más que en el momento de la colocación. La cuarta de la lista es Indra, que también cuenta con todas sus emisiones de bonos sénior en positivo y eso que alguna de ellas ha llegado a encajar hasta un 8% de caída por las turbulencias. En el mismo grupo está FCC Aqualia, con sus dos emisiones por encima de par.

Aunque no han salvado todas sus colocaciones, la socimi Merlin, Naturgy y Red Eléctrica están entre las compañías que más bonos tienen en beneficios y que menos caídas han registrado. Los sectores a los que pertenecen y las perspectivas de crecimiento que tenían antes de la crisis han fortalecido sus bonos.

La cara negativa A partir de ahí, la renta fija corporativa española ha sufrido los estragos del coronavirus en mayor o menor medida. En el primer grupo está eDreams, con caídas en sus colocaciones que superan el 40%. También han sufrido los bonos de Antolín y Gestamp, con descensos superiores al 20% en tres semanas. Cepsa, Abertis, Grifols, ACS y Telefónica tienen emisiones que han perdido más de un 10% y que están holgadamente por debajo del precio al que fueron vendidas, mientras que Repsol y Cellnex están en la misma situación, aunque con caídas más moderadas.

Donde el impacto del coronavirus ha mostrado su lado más dañino es en los híbridos corporativos, los bonos que computan solo al 50% como deuda para las agencias de ráting porque son perpetuos y sus cupones se pueden diferir en caso de problemas. Todos los híbridos de Telefónica menos dos están por debajo del nominal (incluso hay alguno que está al 85% del valor al que fue colocado) y los de Iberdrola también están en rojo, al igual que los de Repsol, Ferrovial y Naturgy. Otra escena que muestra claramente el antes y el después de la crisis es la evolución de las emisiones que se realizaron entre enero y febrero, aprovechando el fuerte apetito de los inversores por la renta fija y los costes en mínimos históricos que eso propició.

Telefónica, Cellnex, Abertis, Red Eléctrica, Empark, Adif y Cepsa pusieron en el mercado más de 5.000 millones. Ni un solo euro de este dinero vale ahora más que entonces: todas las colocaciones están cotizando por debajo del nominal. Eso anticipa unos costes de financiación más elevados cuando se reabra el mercado, pero los expertos aseguran que habrá apetito y liquidez para los emisores que quieran dar un paso al frente. En Estados Unidos ya ha habido varias colocaciones esta semana aprovechando el impulso introducido por las medidas de la Reserva Federal.

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