El acusado admitió en el momento del arresto que se encontraba en el depósito del suburbano, pero negó haber realizado grafitis y agredir al trabajador.
Un grupo de tres grafiteros asaltó, el pasado 3 de septiembre, el depósito de trenes de Cuatro Vientos para vandalizar los vagones con sus pintadas. Pero uno de los vigilantes de seguridad logró frustrar, en parte, el objetivo: consiguieron hacer algunas estampaciones, pero el empleado les plantó cara al descubrirlos y logró retener a uno de ellos cuando trataba de huir. Este, no se quedó quieto y lo atacó con una navaja, provocándole varios cortes en el brazo. Alternativa Sindical de Trabajadores de Seguridad Privada, que ejerce la acusación particular, pide ahora para él seis años de cárcel: tres por un delito de lesiones con objeto punzante peligroso y otros tres por atentado a la autoridad.
El Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid ha abierto diligencias por el suceso. Según el escrito de la acusación –informa Efe–, se produjo un forcejeo, alrededor de las 16 horas, entre el acusado y la víctima, que fue incluso amenazada de muerte. El vándalo, de 22 años y con antencedentes por malos tratos, robo con violencia y lesiones, posteriormente, logró escapar. La Policía Nacional se hizo cargo de la investigación y, gracias a que fue reconocido por los vigilantes en los archivos fotográficos policiales, pudieron darle caza. El acusado admitió en el momento del arresto que se encontraba en el depósito de Metro, pero negó haber realizado grafitis y agredir al trabajador.
El sindicato, por su parte, asegura que el vigilante no pudo trabajar durante 15 días a causa de las heridas que le han dejado cicatrices y molestias al cerrar la mano, por lo que piden también una indemnización en concepto de responsabilidad civil de 2.345 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario