Sanidad ha trasladado a las grandes superficies que “no está demostrado” que los alimentos sean transmisores del virus
Más allá de afrontar el aumento significativo de la demanda ante la alarma por el coronavirus y los problemas puntuales de desabastecimiento, los supermercados han comenzado a tomar medidas de precaución para contener los contagios, especialmente en las secciones de productos frescos.
Varias cadenas de supermercados consultadas por Confidencial Digital reconocen que los cajeros o reponedores no tienen más remedio que trabajar de cara al público, por lo que es normal que contacten a diario con decenas o centenares de personas. Las grandes superficies defienden que por ahora el uso de mascarillas en tienda no es necesario, ya que no hay una recomendación oficial de Salud Pública para personas sanas. No obstante, el personal de los establecimientos ha comenzado a extremar las precauciones con varios elementos de seguridad a la hora de manipular los alimentos con el objetivo de que no se produzcan más contagios.
También se pretende dar respuesta a algunas de las quejas de consumidores, que denunciaban en los últimos días que no se estaban tomando medidas de precaución en algunos centros. Así, según las fuentes consultadas por ECD, se ha comunicado a los trabajadores que aumentan la vigilancia para que los clientes cumplan con las recomendaciones, especialmente en la zona de frutas y verduras, y se realice un control más estricto sobre las normas de higiene como el uso de guantes para la manipulación de productos frescos.
Otra de las recomendaciones al personal es que se insista a los clientes en que deben lavar las frutas y verduras antes de su consumo, aunque el Ministerio de Sanidad ha trasladado a las cadenas de supermercados que “no está demostrado” que los alimentos sean transmisores del virus.
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