Desde este sector se apuesta por reforzar la presencia de vigilantes para liberar de trabajos estáticos a los efectivos policiales.
Se disparan los índices de criminalidad en nuestra comunidad. El sector de la seguridad privada reclama su espacio para poder colaborar con los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. La tasa de criminalidad en Baleares fue, durante el primer semestre de 2021, de 51,9 delitos por cada 1.000 habitantes, lo que sitúa a las Islas por encima de la media nacional -39 delitos-, siendo la Comunidad con mayor incidencia proporcional al número de habitantes de España. Por este motivo, desde el sector de la seguridad privada se apuesta por reforzar la presencia de vigilantes en puntos de control y vigilancia con la intención de liberar de estos trabajos estáticos a los efectivos policiales.
«En muchos municipios de la Part Forana los vigilantes de seguridad ya están realizando patrullas, control de edificios, plazas y zonas delimitadas. Es importante liberar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado de estas tareas para que puedan ofrecer una mayor presencia policial y evitar la inseguridad ciudadana», afirma Inés Ybarra, vicepresidenta del sector de la seguridad privada de Baleares. Según datos del Ministerio del Interior, su Balance de Criminalidad refleja que el número total de infracciones penales fue de 26.885 en los primeros seis meses del año, lo que supone un aumento del 4,3 %, debido especialmente al fin de las restricciones de movilidad. No obstante, la incidencia sigue siendo muy inferior a la que había en las Islas antes de la pandemia, que supera los 67 casos por cada 1.000 habitantes en los primeros meses de 2020, han asegurado.
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