La negociación del nuevo convenio sectorial de seguridad privada explicada al común de los trabajadores

Con el final de las vacaciones de verano, ningún profesional de la seguridad privada tenía que ser un avispado pensador para saber que, más pronto que tarde, empezarían a producirse los primeros contactos entre la patronal y los sindicatos para poner en marcha la mesa negociadora del convenio colectivo del sector. El actual convenio, de vigencia entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2021, era de los que se podían denominar "un convenio bisagra". Ahora que aparece doblando la esquina el 2022, llega el momento de ver que hay detrás de esta negociación. 

Lo que sea será. Y lo que salga aquí lo contaremos. Intentando sacudirnos ese lenguaje tan farragoso y técnico con los que envuelven las acta de las negociaciones y centrándonos en explicarles al común de los trabajadores lo que vaya saliendo. La verdad es que los que llevan ya sus años de trayectoria en este sector, tienen serias dudas de que la negociación que ahora comienza vaya a traer algunas noticias esperanzadoras para el colectivo, porque si en los mejores momentos y de mayor bonanza los señores negociadores (los mismos de siempre) no han tenido la capacidad de sacar algo bueno para la parte trabajadora, menos pinta tiene que lo vayan a hacer ahora. Las excusas y los argumentos se ven a la legua... que si la bajada de facturación en los clientes, que si los efectos de la crisis del coronavirus, que si el salario base disparado, etc... En fin. Ojalá nos equivoquemos y finalmente celebremos un buen acuerdo que satisfaga a ambas partes y no a los mismos de siempre.

Para empezar, debéis saber que las dos primeras reuniones, celebradas el 10 y 20 de septiembre, han sido puro formalismo y de intenciones generales manifestadas por ambas partes, no merecen la pena colgarlas porque no aportan nada. La patronal de las grandes empresas pretende un convenio puente, a corto plazo, como si el que tenemos en la actualidad no hubiese sido ya algo de eso. La otra patronal, con la careta quitada, lo que pretende es directamente que no haya subida. Los sindicatos, de salida, tiran de literatura negociadora para manifestar que somos un sector esencial y que les preocupa la situación actual de nuestro gremio y que es el momento de recuperar los derechos que se han quedado por el camino...

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