El sindicato de enfermería alerta de que desde el Servicio Andaluz de Salud se tiene previsto reducir drásticamente la presencia de estos profesionales en los centros sanitarios a partir del 1 de enero de 2023.
El Sindicato de Enfermería, Satse, en Cádiz ha reclamado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) el mantenimiento de los vigilantes de seguridad en los centros de salud y hospitales de la provincia como medida preventiva y disuasoria frente a las agresiones a los profesionales sanitarios. Así, estos profesionales se han concentrado este miércoles a las puertas del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz al conocerse que el SAS tiene previsto reducir drásticamente su presencia en centros sanitarios de la provincia a partir del próximo 1 de enero de 2023.
En este sentido, la organización sindical ha recordado al SAS que el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía incluye a los vigilantes de seguridad dentro de las medidas de seguridad activas, indicando: “Dimensionamiento de la plantilla de agentes de seguridad y sus sistemas de contacto con las distintas áreas en los centros, que garantice un apoyo rápido y efectivo. Es necesario que tengan capacidad para la retención e inmovilización de los agresores, si llegase el caso, hasta que llegue la Policía”.
Según los datos de la propia administración recopilados por Satse, entre enero y julio de 2022 se registraron un total de 898 agresiones a profesionales sanitarios en toda Andalucía, de ellas 153 casos en centros sanitarios de la provincia de Cádiz, tercera provincia que más sucesos de esta índole contabiliza en este periodo tras Málaga y Sevilla. A pesar de estas alarmantes cifras, la organización sindical ha tenido conocimiento a través de la empresa que presta servicios de vigilancia y seguridad en los centros sanitarios de la provincia de Cádiz, que se va a proceder por parte del SAS a una reducción de servicios a partir del 1 de enero de 2023 que va a conllevar a la desprotección de los profesionales sanitarios.
Ante esta situación, el Sindicato de Enfermería va a dirigir escritos a la gerencia de los distintos centros reclamando que se informe de cómo afecta la reducción de vigilancia de seguridad y que medidas se están adoptando para acabar con las agresiones a los profesionales sanitarios, en las que el colectivo de enfermeras y fisioterapeutas suele ser el más afectado, incidiendo en que la presencia de vigilantes son una medida disuasoria ante el agresor dentro de las soluciones para proporcionar una mayor protección a los profesionales sanitarios.
Igualmente, a nivel autonómico el Sindicato de Enfermería ha elevado su denuncia al Comité de Seguridad y Salud del SAS, donde lejos de negarla, la Administración se amparan en la desaparición de los dobles circuitos en los centros vinculados con la Covid-19 para volver al número de vigilantes anterior a la pandemia. Satse ha manifestado su rechazo a este argumento y considera insuficiente esta medida, recordando que ha pedido reiteradamente en todas las mesas aumentar el número de vigilantes e incorporarlos donde no existan, pues proporciona seguridad a los trabajadores.
Por todo ello, el Sindicato de Enfermería concluye apelando a la sensibilidad de la administración sanitaria andaluza para atender sus peticiones y seguir implementando medidas como el mantenimiento de los vigilantes de seguridad que son de vital importancia para continuar mejorando las condiciones laborales y de prevención de todos los profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía.
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