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11 de diciembre de 2022

El robot cuadrúpedo que lleva la seguridad hasta el último rincón

Keyper es el emblema de Keybotic, una startup catalana que busca democratizar este tipo de soluciones autónomas en las inspecciones industriales

Un amigo de cuatro patas capaz de monitorear, inspeccionar y mapear cualquier tipo de instalaciones en entornos industriales complejos como fábricas químicas, de seguridad o mineras, sin importar su tamaño, y lo suficientemente competente como para detectar fugas de gases y vapores, así como zonas calientes, además de poder leer contadores, otros instrumentos y trabajar en equipo de forma autónoma sin ningún tipo de compañía humana. Por supuesto, no existe un perro, sin importar la raza o el nivel entrenamiento, que pueda encargarse de todo eso. Sin embargo, si existe un robot capaz de hacerlo, y la empresa que lo ha creado es española.

Keyper es el perro-robot, del tamaño de un labrador, de la startup Keybotic, que nace para «prevenir que las personas pongan en riesgo su seguridad» explica la CEO y cofundadora de esta 'deep tech', Irene Gómez. La nueva creación robótica de la compañía es capaz de inspeccionar terrenos sin ninguna interacción humana, realizando rondas de seguridad y mantenimiento en entornos peligrosos y complejos con escaleras, grava, desniveles y tuberías. «Lo que hacemos es monitorizar un área repetitivamente haciendo rondas de mantenimiento donde el robot envía incidencias al centro de control», expresa Gómez. Esto permite que el uso de Keyper aumente la productividad y seguridad del personal de las compañías, a la vez que se minimiza los distintos riesgos.

La startup nació en 2020, dos años después de que los cofundadores, Irene Gómez e Hilario Tomé, decidieran que era momento de que la robótica llegara a la industria. «El motivo por el cuál no había ocurrido antes era porque los robots no son autónomos, son teledirigidos», aclara la CEO. En marzo del año pasado decidieron participar en el concurso estadounidense Darpa Robotic Challenge, organizado por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de Estados Unidos, misma agencia en desarrollar Arpanet, la pionera red de computadoras que se utilizaba como medio de comunicación entre instituciones académicas y estatales.

El reto planteado consistía en robots independientes capaces de operar en entornos subterráneos durante una hora. La solución del equipo, abanderado por Hilario Tomé, resultó ganadora. El premio consistió en 750.000 dólares, y demostraron que su tecnología es, hasta ahora, de las más avanzadas en el mundo.

Servicio integral La empresa con sede en Barcelona no solo diseña y produce sus propios robots, también los alquila, apostando por un modelo de negocio 'robot as a service'. «Nos diferenciamos por la autonomía, porque nuestros robots pueden trabajar en equipos de hasta 20 robots a la vez y por nuestro servicio al cliente». Funcionan como un 'end-to-end solution', es decir, el servicio se lleva a cabo de principio a fin sin la ayuda de un tercero. «Hay que imaginarse al perro robot como un Roomba. Para hacerlo funcionar solo es necesario apretar el botón de encendido», asegura la CEO de la compañía.

La 'deep tech', que fue «fundada con una inversión inicial de un millón de euros», también es capaz de encontrar superviviente en túneles, cuevas y otros ambientes subterráneos, lo que explicaría que en estos momentos la empresa se encuentre realizando pruebas de concepto y negociaciones con Bombers de Barcelona, además de BASF, Carburos Metálicos (Air Products) y el Ayuntamiento de Sant Cugat, entre otras.

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