CCOO alerta que la Ciudad reducirá a partir del 2023 el personal a la mitad y que, en su opinión, generará tanto una mayor presión de trabajo para las FFSS, como tendrá repercusiones negativas en los flujos por el Tarajal.
El tránsito fronterizo a partir del próximo año podría verse sumido en cierto caos. Es la alarma que lanza CCOO para exponer que la plantilla de los vigilantes de seguridad en el Tarajal se va a ver mermada a la mitad. “La previsión realizada por las dos administraciones (estatal y local), merced a un convenio y acuerdo a suscribir, sobre la presencia de Seguridad Privada en la frontera, sin que se haya visto alterado el número de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, es muy limitada para el próximo curso”, relatan desde la central.
Concretamente cifran el personal laboral el próximo 2023, con la alerta de las “consecuencias negativas” que acarreará. Por un lado, un menor número de vigilantes de seguridad (cuya cifra se rebajaría casi a la mitad de lo anteriormente conocido). Por otro lado, una mayor presión de trabajo para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desplegadas en la frontera. Pero también por otro lado, tendrá consecuencias negativas para el flujo y tránsito de vehículos y personas”, manifiestan.
En este sentido, explican que, en las épocas de mayor tránsito, como lo son Ramadán, Semana Santa o la OPE, el entorno fronterizo se verá sumido en un caos. “El coste de la Seguridad Privada, que asume la Ciudad Autónoma, es previamente recibida por el Gobierno de la Nación, por ello cabe preguntar a la Delegación del Gobierno si tiene constancia de estas circunstancias y si tiene conocimiento de que, como parece indicarse, la Seguridad Privada en la frontera verá mermada su presencia en el Tarajal”.
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