A comienzos de año entrará en vigor el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, que permitirá recaudar unos 50.000 millones para la 'hucha' de las pensiones
Nuevo año, nuevos propósitos... y nuevos impuestos. El 1 de enero de 2023 entrará en vigor el denominado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un nuevo tributo que deberán pagar todos los trabajadores que se encuentren dados de alta en la Seguridad Social en función de su salario. Su objetivo no es otro que contribuir a llenar la hucha de las pensiones para poder financiar el sistema.
Dicho nuevo impuesto será asumido por todos los empleados independientemente de sus ingresos. Es decir, el porcentaje sobre la nómina será el mismo para todos. Las cotizaciones sociales de todos los trabajadores se incrementarán 0,6 puntos, de los cuales las empresas sufragarán cinco décimas y los empleados la décima restante. Actualmente las compañías pagan un 23,6% de la base de cotización del afiliado en concepto de contingencias comunes, por lo que ahora pasarán a abonar 24,1%. Por su parte, el empleado abona a la Seguridad Social en estos momentos un 4,7% de su base de cotización por contingencias comunes y se elevará al 4,8% una vez se aplique el MEI. De esta manera, el tipo de cotización por contingencias comunes subirá hasta el 28,9%.
¿Cuánto supondrá en el salario del trabajador? El trabajador tendrá que pagar un 0,1% de su base de cotización. Así, por ejemplo, para una base de cotización media, situada en 1.976,42 euros, representará 1,98 euros de su salario bruto mensual, mientras que las empresas asumirán 9,88 euros. Menor será el desembolso para los que coticen por la base mínima (1.125 euros al mes), que pagarán un extra de poco más de un euro. EL coste para la compañía se elevará hasta los 5,6 euros al mes. Y, por último, para las bases máximas de cotización supondrá un encarecimiento de 24,84 euros al mes, de los cuales 4,14 euros tendrán que abonar los trabajadores y los 20,7 euros restantes las compañías.
El MEI entrará en vigor en 2023 y se mantendrá a lo largo de una década, es decir, hasta 2032. ¿Podría extenderse por más tiempo este encarecimiento? Sí, el acuerdo firmado deja la puerta abierta a que si a partir de 2033 se apreciara en los Informes de Envejecimiento de la Comisión Europea una desviación de la previsión de gasto en pensiones a 2050 respecto al informe de 2024 y no fuera suficiente con utilizar el fondo de reserva, tomar nuevas medidas, entre las que figuran una nueva subida de cotizaciones o incluso «otras fórmulas alternativas para aumentar los ingresos».
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