Un enfermero de Málaga realiza un juego de magia dirigido a los menores para hacer desaparecer el coronavirus. Es su particular homenaje a la Policía, la Guardia Civil, el Ejército, los bomberos y los vigilantes de seguridad.
El mensaje que pretende transmitir tiene como protagonistas a quienes luchan a diario por evitar la propagación del virus, frenar los contagios y tratar de salvarle la vida a quienes ya han sufrido sus efectos. Figuras de gran calado que ayudan a que "todo vuelva a la normalidad" y que, para hacerse entender, representa en cada uno de los cinco dedos de la mano.
El mensaje que pretende transmitir tiene como protagonistas a quienes luchan a diario por evitar la propagación del virus, frenar los contagios y tratar de salvarle la vida a quienes ya han sufrido sus efectos. Figuras de gran calado que ayudan a que "todo vuelva a la normalidad" y que, para hacerse entender, representa en cada uno de los cinco dedos de la mano.
Un trabajador del 061, que ya difundió un mensaje esperanzador, se dirige ahora a los más pequeños de la casa con la "historia de un virus que vino a la tierra para intentar hacernos daño". La sociedad acaba ganándole la batalla Si para los niños resulta casi incomprensible toda explicación sobre cualquier crisis que salga de su reducido mundo de juguetes y fantasía, más aún puede serlo hacerles entender que deben permanecer en casa ante una pandemia que en España ya ha dejado más de 8.000 fallecidos. Francisco Ariza, un enfermero malagueño del 061, se ha propuesto conseguirlo. O, al menos, intentar que los más pequeños tomen conciencia, libres de miedo, y sepan que la desaparición del Covid-19 se tornará, antes o después, en una realidad.
El sanitario, que durante la primera semana del estado de alarma ya lanzó un vídeo a través de sus redes sociales con un mensaje esperanzador y convencido de que la sociedad saldrá victoriosa, ahora se dirige a los menores para, en un lenguaje adecuado a su edad, relatarles la "historia de un virus que vino a la tierra para intentar hacernos daño a todos". "Le pusimos de nombre coronavirus. Y os lo presento", señala el enfermero en las imágenes grabadas en la ambulancia en la que trabaja.
Homenaje a los protagonistas de la crisis sanitaria El mensaje que pretende transmitir tiene como protagonistas a quienes luchan a diario por evitar la propagación del virus, frenar los contagios y tratar de salvarle la vida a quienes ya han sufrido sus efectos. Figuras de gran calado que ayudan a que "todo vuelva a la normalidad" y que, para hacerse entender, representa en cada uno de los cinco dedos de la mano. Es su particular homenaje a la Policía, la Guardia Civil, el Ejército, los bomberos y los vigilantes de seguridad.
Pero el virus "no sabía que aquí le estaban esperando unas fuerzas tremendas para intentar hacerlo desaparecer". El mensaje, continúa Francisco mientras levanta su dedo índice, también va dirigido a "todo el personal que cuida de nuestra salud en los hospitales y fuera de ellos". Son los médicos, enfermeros, técnicos de emergencias, auxiliares de clínicas, celadores, personal de formación, de farmacia, cocina, limpieza, fisioterapeutas, psicólogos...Porque, precisa, "todos son importantes".
El tercer dedo representa a aquellos que "nos hacen la vida más fácil" y que "trabajan para ayudarnos a que tengamos de todo en casa". El sanitario malagueño hace así un guiño al personal de los supermercados, a los transportistas, taxistas, jardineros y a quienes limpian las calles. Tampoco se olvida de los investigadores que están luchando "por encontrar una vacuna para eliminar el virus malo" y todos aquellos "que tienen ideas y ayudan de forma voluntaria con su esfuerzo y con lo que tienen en casa para que nuestra vida sea mejor". El video emitido por el enfermero del 061 recoge además un mensaje dirigido explícitamente a los más pequeños de la casa: "A ti, que haces caso a tu papá y a tu mamá, que te quedas en casa, te lavas la manos todos los días antes de comer y después de tocar el suelo...Y que sales a las 8 de la tarde a aplaudir", apostilla.
Francisco, que habla desde las trincheras y conoce bien los riesgos, mantiene sin embargo la misma línea optimista que hasta ahora para alentar a pequeños y grandes. Está seguro de que "entre todos juntos haremos que el virus desaparezca", vaticina. Y para dar fe de ello se atreve con un emotivo juego de magia que sorprende a todos. "Vamos a coger el virus, a rodearlo de todas las fuerzas que os he contado y apretamos. ¿Qué ocurre?", pregunta. El virus ha desaparecido. Y esa es la prueba, sostiene el enfermero, de que juntos lo conseguiremos.
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