Los representantes de los trabajadores solicitan en los tribunales como medida cautelar que se conserven las grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto
Imagen de las colas en El Prat el primer día de huelga de los vigilantes de seguridad.
Transportes Blindados SA (Trablisa) busca personal en Madrid para que trabaje en el aeropuerto de Barcelona El Prat la semana que viene, en el curso de la huelga indefinida de sus trabajadores, que apenas tiene incidencia con unos servicios mínimos fijados en el 90%. La empresa concesionaria de los filtros de seguridad del aeropuerto catalán tiene intención de traer a diez vigilantes de la capital española, según ha podido saber este medio. Como mínimo las personas que recluten saldrán desde allí.
“Los vigilantes recibirán una formación específica a la llegada, no todos irán a escáner”, se señala a las personas interesadas y se les ofrece –más allá de transporte, alojamiento con pensión completa que incluye comida, desayuno y cena– trabajar 72 horas pagadas a entre 10 y 11 euros la hora teniendo en cuenta el convenio nacional y los pluses estipulados. Es un mínimo de 720 euros y un contrato temporal por esos días. “Es como en cualquier evento”, señalan en el proceso de contratación. Las fechas exactas, según la oferta, es del lunes 19 de agosto al viernes 23. Los desplazamientos serían el domingo que viene y el regreso será el mismo viernes o el sábado 24 de agosto.
Esa es una de las “irregularidades” que el comité llevó a la instancia de guardia de Inspección de Trabajo este lunes, una queja que fue rechazada. Se les emplazó a la vía ordinaria, un proceso que puede durar meses según fuentes sindicales. Mientras la empresa asegura que es una práctica normal, los portavoces sindicales afirman que ello muestra que “se quiere tapar su protesta y que no tenga repercusión”, aunque pueda ser legal el mecanismo por el que se efectúa esa contratación. Fuentes del sector apuntan a este medio que es una práctica habitual contratar vigilantes para ocasiones puntuales, eventos, conciertos, congresos, etc. Pero afirman que no sería el caso de la infraestructura catalana, con un paro indefinido en marcha.
Trablisa afirma que lo hace “para cubrir el incremento de bajas” que sufren, aunque no han trascendido datos de cuántos trabajadores la han pedido desde que empezaron los paros el viernes pasado. “Las bajas médicas pueden sustituirse y ante el incremento es necesario desplazar gente de otras delegaciones.
Los días y número variarán en función de las necesidades del servicio”, añaden fuentes de la empresa mallorquina, que precisa que en ningún caso se pretende contratar personal para suplir al personal que se acoge al derecho de hacer huelga. Al arrancar la huelga los trabajadores denunciaron que se había trasladado personal de Mallorca a Barcelona, algo que Trablisa enmarcó en una práctica normal ante las necesidades de la temporada alta, como ha venido haciendo. Pero los trabajadores aseguraron que no se había traslado personal ajeno a la infraestructura hasta la semana antes de que empezaran los paros, cuando ya estaban convocados.
Denuncias ante los juzgados e Inspección de Trabajo Ayer martes el comité de huelga pidió en los juzgados de El Prat como medida cautelar que se registren y se guarden todas las grabaciones de las cámaras de seguridad de estos días para poder demostrar las “irregularidades” junto con denuncias en las que señalan que se vulneran sus derecho y presentó también una demanda por “esquirolaje” por parte de la empresa en la vía ordinaria de Inspección de Trabajo, una ampliación de la que presentaron el primer día de huelga. El comité denuncia que ya está trabajando en El Prat personal de otros aeropuertos.
También se quejan de la “presión” que sufren por parte de los agentes de la Guardia Civil, con quien deben cooperar y quien tiene la competencia de la seguridad en la infraestructura. Esa es otra de las cuestiones que pretenden denunciar, así como la falta de personal en los filtros respecto a lo que marca la licitación –seis por filtro en temporada alta–, aunque fue la comisión de seguridad del aeropuerto –compuesta por la gestora, Aena, y las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado– quien autorizó que hubiera menos personal con tal de garantizar el buen funcionamiento y el servicio a los pasajeros, que a diferencia de 2017, no han sufrido las consecuencias del paro.
Por otra parte, la sede de la delegación de Trablisa en Barcelona amaneció ayer con la pintada “viva la huelga” y “servicios mínimos de mierda”, fijados en el 90% por la Delegación del Gobierno. Fuentes de la empresa también explican que se les puso silicona en la cerradura y que el acto vandálico se produjo entre las 20:00 horas del lunes y las 5:00 de la madrugada. La empresa lo denunció ante los Mossos d’Esquadra. Fuentes sindicales han negado que tengan relación con el incidente y aseguran que en ningún caso dirían “viva la huelga”, que es algo que recorta los ingresos de los trabajadores.
Contactos entre comité y empresa La relación entre empresa y trabajadores ha ido distanciándose desde la última reunión de mediación hace una semana. La empresa preveía conversaciones para esta semana que no se han producido ni están, por ahora, previstas. La situación está enquistada, pero fuentes de Trablisa afirman que hay contactos informales con los representantes de los vigilantes. Un extremo que ha sido confirmado por el comité. Con todo, la empresa y los trabajadores admiten que esos contactos no hacen más que constatar la distancia y la dificultad para reconducir la situación. Los trabajadores no tienen intención de desconvocar los paros y Trablisa mantiene que se trata de una huelga “ilegal”.
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